PARÍS, 26 May. (Reuters/EP) -
El número de refugiados de la 'jungla' de Calais, en el norte de Francia, ha vuelto a aumentar en los últimos meses con la llegada de unas 400 personas, que se han desplazado hasta el campo de refugiados a pesar de la demolición que tuvo lugar en marzo y de los esfuerzos llevados a cabo por la Policía portuaria para evitar que los solicitantes de asilo alcancen las costas británicas.
Las autoridades de la región de Pas de Calais han distribuido tiendas de campaña y han desplegado un nuevo campamento formado por contenedores de barcos, donde residen actualmente unas 3.900 personas, 400 más que en marzo. Sin embargo, el número de refugiados, según organizaciones humanitarias locales, es de 7.000 personas, entre las cuales hay cientos de niños y adolescentes que se encuentran solos.
"Todavía vemos gente llegar. La situación continúa siendo muy dura para los refugiados y particularmente para los niños", ha señalado Marianne Hubersot, una abogada que ofrece consejo legal a los refugiados. Muchos de ellos tratan de llegar a Reino Unido, donde esperan ser reubicados, a pesar de que el país ha incrementado las medidas de seguridad introducidas en octubre, lo que incluye un incremento en el número de vallas, cámaras y policías.
En el norte de la 'jungla' de Calais, el Estado gestiona un parque hecho a partir de contenedores de barcos cuya capacidad es de 1.500 camas y donde se han ofrecido decenas de tiendas de campaña a los refugiados. El sur del campo fue desalojado hace dos meses.
Los refugiados también han sido alentados a abandonar el área para ser trasladados a alguno de los 136 centros habilitados en Francia. Un portavoz de Pas de Calais ha indicado que 4.000 refugiados han sido trasladados desde noviembre de 2015.
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