WASHINGTON, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha reunido este miércoles con el rey Salman de Arabia Saudí y el príncipe heredero de Abu Dhabi, Seij Mohammed bin Zayed al Nahyan, con quienes ha abordado los conflictos en Siria y Yemen, así como el acuerdo nuclear con Irán.
Obama ha iniciado una visita oficial a Riad, que a partir del jueves acogerá la cumbre entre Estados Unidos y los países del Golfo en el contexto de los numerosos conflictos que amenazan la seguridad de la región y la comunidad internacional.
El estadounidense ha tratado con los líderes saudí y emiratí la importancia de fortalecer y acelerar la ofensiva contra los terroristas del Estado Islámico para favorecer una solución política a la guerra siria, estabilizar Irak e impedir su desembarco en otros países.
En cuanto a Libia, uno de los estados en los que ya hay presencia del Estado Islámico, Obama y Al Nahyan han coincidido en la "vital importancia de consolidar el apoyo internacional al gobierno de unidad nacional y mitigar la acción de posibles boicoteadores".
Obama también ha analizado con los mandatarios árabes el conflicto en Yemen, donde ambos países participan activamente con una campaña de bombardeos para restaurar al Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi y derrotar a los rebeldes huthis.
El dirigente norteamericano ha valorado el reciente alto el fuego y el monarca saudí se ha comprometido ha proporcionado asistencia humanitaria a la población civil en Yemen , mientras que el príncipe emiratí ha señalado la "urgente necesidad" de favorecer un acuerdo político para evitar que Al Qaeda en la Península Arábiga consolide su dominio.
Por otro lado, han hablado de "los desafíos que suponen las actividades provocadoras de Irán" y a este respecto han enfatizado la importancia de dar "un enfoque inclusivo para resolver los conflictos en la región", según ha informado la Casa Blanca.
Obama ha aprovechado al ocasión para recordar la necesidad de que "los gobiernos respondan a las aspiraciones políticas y económicas de sus ciudadanos" y ha expresado su "preocupación" por el estado de los Derechos Humanos en Arabia Saudí.