Obama: la extracción de petróleo en Canadá es "extraordinariamente sucia"

COLUMBIA 6 Mar. (Reuters/EP) -

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha reiterado su preocupación por la "extraordinariamente sucia" forma de extraer el petróleo de los yacimientos canadienses que se transportarían hasta su vecino del sur a través del oleoducto Keystone XL.

"La razón por la que un montón de ecologistas están preocupados es que la forma en la que se extrae el petróleo en Canadá es extraordinariamente sucia", ha dicho Obama en un acto con estudiantes en el Ayuntamiento de Columbia.

Por ello, el jefe de Estado ha advertido de que "siempre hay riesgo de que se vierta un montón de petróleo en los campos de Nebraska y en otras partes de Estados Unidos" a las que llegaría Keystone.

Además, contestando a las críticas --sobre todo republicanas-- por el freno de la Casa Blanca a un macroproyecto que, según argumentan, favorecería a la economía estadounidense, Obama ha subrayado que solamente creará "unos 300" trabajos permanentes.

"Todavía no he tomado la decisión final, pero lo que he dicho es: 'no vamos a autorizar un oleoducto que beneficia a una empresa extranjero si no se demuestra que es seguro y que no contribuirá al cambio climático", ha dicho.

VETO A KEYSTONE

Obama vetó el pasado 24 de febrero una ley aprobada por los republicanos en el Senado para autorizar la construcción de Keystone, argumentando que atenta contra los procedimientos gubernamentales para garantizar que sirve al "interés nacional".

Los republicanos han hecho de la construcción de Keystone una prioridad desde que consiguieron el control de las dos cámaras del Congreso, en las elecciones legislativas que se celebraron el pasado 4 de noviembre.

Los ecologistas, que forman parte de la coalición que apoyó a Obama en las elecciones presidenciales de 2008 y 2012, se oponen al proyecto por las emisiones de carbono que generaría el petróleo extraído de las arenas bituminosas de Canadá.

De construirse, oleoducto de TransCanada Corp transportaría 830.000 barriles de crudo al día desde las arenas bituminosas de Canadá hasta las refinerías y los puertos de la costa estadounidense del Golfo de México.