WASHINGTON 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha asegurado que las relaciones de seguridad con Turquía no se han visto perjudicadas por el fallido golpe de Estado lanzado por un grupo de militares rebeldes el pasado 15 de julio.
"No hemos visto un efecto reductor en nuestras relaciones de seguridad", ha dicho Obama en una entrevista concedida a la cadena estadounidense CNN antes de partir hacia China para participar en la cumbre del G20.
Obama ha indicado que Turquía "sigue trabajando para derrotar al Estado Islámico". "Es un socio importante en un gran número de asuntos de seguridad en la región", ha añadido. Además, ha subrayado que "sigue siendo un aliado fuerte de la OTAN".
Interrogado sobre si le preocupa la estabilidad en Turquía tras la asonada militar, ha contestado que "se ha producido un terremoto político y social" que obliga a las autoridades a "reconstruir". "Cómo lo hagan es lo importante", ha considerado.
A este respecto, ha sostenido que Estados Unidos hará a Turquía "críticas honestas" si observa que las medidas adoptadas por el Gobierno presidido por Recep Tayyip Erdogan tras el golpe de Estado amenazan los vínculos bilaterales.
Ankara reclama a Washington la extradición del influyente clérigo Fetuá Gulen, al que Erdogan acusa de orquestar el golpe de Estado. Hasta ahora, la Casa Blanca se ha resistido a entregarlo a las autoridades turcas, a la espera de que aporten "pruebas sólidas" de su implicación.
Turquía ha expresado su malestar porque cree que sus aliados occidentales, incluido Estados Unidos, han prestado más atención a la respuesta que ha dado el Gobierno al levantamiento militar que al golpe de Estado en sí mismo.
El Ejecutivo de Binali Yildirim ha puesto en marcha una purga para erradicar "el virus 'gulenista'" de la sociedad turca. Más de 40.000 personas han sido detenidas, 4.000 empresas cerradas y 70.000 trabajadores destituidos.
Está previsto que Obama y Erdogan se reúnan este domingo en el marco de la cumbre del G20.