WASHINGTON, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha acusado abiertamente al régimen de Bashar al Assad y a sus principales aliados, Rusia e Irán, de cometer "horribles violaciones del Derecho Humanitario" para reconquistar Alepo.
"Actualmente en el mundo hay numerosos conflictos armados en los que muere gente inocente, pero en ningún sitio esto es más verdad que en Alepo", ha dicho en la rueda de prensa que ha ofrecido este viernes en la Casa Blanca, la última antes de que acabe el año.
Obama ha reprochado la guerra total que el Gobierno sirio ha lanzado sobre Alepo para arrebatar la zona oriental a la oposición, con "una estrategia deliberada para rodear, asediar y matar de hambre a los civiles inocentes".
"La responsabilidad por esta brutalidad recae solo en una parte: en el régimen de Al Assad y sus aliados, Rusia e Irán. La sangre está en sus manos", ha afirmado. "Están intentando esconder la verdad, pero el mundo no se dejará engañar y no olvidará", ha advertido.
Es la primera vez que Obama se refiere con tanta crudeza a la intervención de Rusia e Irán en la guerra siria. Hasta ahora, Estados Unidos había moderado el tono de sus declaraciones para favorecer la acción diplomática con ambos países, especialmente con Rusia.
Obama ha enfatizado su crítica a Rusia, que "desgraciadamente --pero no sorpresivamente-- ha vuelto a bloquear el Consejo de Seguridad" al vetar junto a China una resolución para lograr un alto el fuego y evacuar a la población civil de Alepo.
Obama, que ha confesado que la guerra siria ha sido "uno de los temas más difíciles" de su Presidencia, ha prometido seguir trabajando para lograr una tregua y resucitar unas negociaciones políticas que lleven al fin de las hostilidades.
Además, ha aprovechado para defender la actuación de Estados Unidos en Siria. "A menos que hubiéramos estado dispuestos a tomar el país, íbamos a tener problemas", ha explicado, indicando que habría requerido un despliegue terrestre sin autorización internacional.
El Gobierno y los rebeldes sirios llegaron el miércoles a un acuerdo para evacuar el este de Alepo a cambio de que los insurgentes accedieran también a dejar salir a los civiles y combatientes de las localidades de Foua y Kefraya, en Idleb.
La primera jornada de evacuación en Alepo transcurrió casi sin problemas --hubo un ataque de milicias apoyadas por Irán a un convoy--, pero este viernes el éxodo civil se ha detenido a la espera de que comience en Foua y Kefraya.
El régimen de Damasco proclamó el martes su victoria militar en el este de Alepo, después de una intensa ofensiva que ha dejado a los rebeldes un pequeño reducto de dos kilómetros cuadrados. La ONU ha advertido de que los ataques cometidos contra la población civil en el marco de esta última campaña podrían constituir crímenes de guerra.