MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los presidentes de Estados Unidos y de Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, han destacado el papel de mediación que ha tenido el Papa Francisco en las gestiones que han permitido alcanzar un acuerdo para liberar al contratista norteamericano Alan Gross y normalizar las relaciones diplomáticas entre ambos países.
En sus respectivos discursos televisados, tanto Obama como Castro han hecho una referencia directa a la aportación del pontífice en el marco del proceso que ha permitido sellar este pacto. Obama ha asegurado que el Papa ha tenido un papel destacado y también ha resaltado el apoyo del Gobierno de Canadá en las gestiones previas que han tenido como resultado directo este miércoles la liberación de Gross y de una fuente de la Inteligencia estadounidense, así como de tres espías cubanos.
En su discurso en cadena nacional, Castro ha subrayado "el apoyo del Vaticano y especialmente del Papa Francisco" a la mejora de "las relaciones entre Cuba y Estados Unidos", así como la aportación del Ejecutivo de Canadá por "las facilidades creadas para el dialogo de alto nivel".
En virtud del acuerdo hecho público este miércoles, Cuba y Estados Unidos acuerdan restablecer sus relaciones diplomáticas aunque el embargo comercial se mantiene, por lo que Castro ha reclamado a Obama que utilice su autoridad presidencial para poner fin a esta práctica, que data de los años de John Fitzgerald Kennedy como mandatario estadounidense.
EL PAPA CONFIRMA QUE ESCRIBIÓ CARTAS A OBAMA Y CASTRO
El Vaticano ha confirmado que el Papa Francisco ha escrito cartas al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y a su homólogo cubano, Raúl Castro, para ayudar a restablecer relaciones diplomáticas y se ha congratulado de la reanudación "inmediata" de estas relaciones anunciada por ambas partes.
En un comunicado, la Santa Sede ha explicado que acogió a las delegaciones de ambos países en octubre. Además, ha señalado que en las misivas enviadas en los últimos meses invitaba a los dirigentes a resolver cuestiones humanitarias "de común interés", como la situación de algunos detenidos, para "dar inicio a una nueva fase de las relaciones".
"El Santo Padre se complace vivamente por la histórica decisión de los Gobiernos de Estados Unidos y Cuba de establecer relaciones diplomáticas, con el fin de superar, por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado su historia reciente", ha señalado.
Asimismo, El Vaticano ha señalado que en todo momento su intención fue la de "ofrecer sus buenos oficios" para favorecer un diálogo constructivo "sobre temas delicados", con el resultado de "soluciones satisfactorias" para ambas partes.
"La Santa Sede continuará apoyando las iniciativas que las dos naciones emprenderán para acrecentar sus relaciones bilaterales y favorecer el bienestar de sus respectivas ciudadanos", ha concluido el comunicado.
LA SENDA MEDIADORA DE LOS PONTÍFICES
La mención que los presidentes de Estados Unidos y de Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, han realizado sobre el papel de mediación que ha tenido el Papa Francisco ponen de manifiesto que el Pontífice prosigue la senda mediadora que inauguró en la época contemporánea el Papa León XIII a finales del siglo XIX.
Así lo ha explicado a Europa Press el sacerdote y profesor de Historia de la Iglesia de la Universidad de Navarra Santiago Casas, que puntualiza que los papas han hecho muchas mediaciones y que muchas de ellas no han salido a la luz.
El experto recuerda que el primer conflicto en el que León XIII medió implicaba precisamente a España y Alemania en relación a las Islas Carolinas, ubicadas en el Pacífico y de interés comercial para el país germano.
El Papa reclamaba con esta mediación mantener su papel en la escena internacional después de haber perdido los territorios pontificios con la unificación de Italia. El éxito de esta intervención hizo que durante la década siguiente multitud de potencias solicitasen la intervención del Santo Padre para arbitrar conflictos internacionales. De hecho, aunque con menos éxito que la primera, también se solicitó la mediación del Papa en 1.898 ante la guerra de Cuba, que pertenecía a España, y que se libró con Estado Unidos.
Otra mediación conocida es la del Papa Benedicto XV durante la Primera Guerra Mundial, cuando se puso en contacto con naciones centrales en el conflicto, como Inglaterra y Alemania. Benedicto XV redactó una nota de paz el 1 de agosto de 1917 que fue desoída. Sin embargo, tal y como explica Casas, posteriormente, el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, propuso 14 puntos para la paz, que recogían muchos de los sugeridos por el Papa.
También se sabe que Juan XXIII, durante la primera sesión del Concilio Vaticano II, medió con líderes rusos ante la crisis de los misiles en octubre de 1962, en la que de nuevo están implicados Estados Unidos y Cuba.
Pero en la historia contemporánea, según Casas, quizá la historia de mediación de más éxito es la que ejerció Juan Pablo II entre Argentina y Chile por el Canal de Beagel. En 1978, Karol Wojtyla, reclamado por ambas naciones, nombró al cardenal italiano Antonio Samorè para mediar en el conflicto.
Además, de sus intervenciones directas, a Juan Pablo II se le recuerda también por sus visitas a Polonia antes de la caída del Muro de Berlín y sus discursos. Casas explica que en ellos se expresa con libertad en un lenguaje que entienden sus compatriotas y que, sin animar a la revuelta, les da las claves de que el Vaticano les apoyará hasta el final. También se recuerdan los discursos de Juan Pablo II a Cuba, que no "eran ofensivos pero casi".
De este modo, este experto en Historia de la Iglesia considera que hay una doble tradición en todos los pontificados contemporáneos de hablar de los conflictos internacionales durante los discursos, en los que se llama a la concordia, por un lado, y de ejercer una labor mediadora a través de las relaciones diplomáticas del Vaticano, por el otro.
Finalmente, interpreta la mención tan instantánea tanto de Cuba como de Estados Unidos a la mediación del Papa Francisco en este conflicto al deseo de ambas partes de no atribuirse todo el mérito en las negociaciones. También cree que han buscado un árbitro internacional que de una salida honrosa para la parte que sale peor parada. En todo caso, subraya que el Papa es una "fuerza moral, sigue siendo interlocutor y se ha asentado está idea de que sea un mediador".