WASHINGTON 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha decidido no firmar una normativa aprobada por el Congreso para mantener las sanciones contra Irán durante diez años más, una decisión que no evitará que la ley entre en vigor pero que supone una demostración de su rechazo.
A pesar de que la Casa Blanca aseguró la semana pasada que Obama firmaría la ley una vez aprobado, este jueves el presidente ha decidido no firmar la nueva norma para mostrar su rechazo ante la medida, según ha informado este jueves el diario digital Politico.
La Constitución norteamericana establece que cuando una ley es aprobada por el Congreso --que en estos momentos está dominado por el Partido Republicano -- el presidente tiene diez días para firmarla, vetarla o no hacer nada al respecto. En el caso de que el presidente no ratifique la ley cuando el Congreso no está en periodo de sesiones, se considera que ha ejercido un veto de facto sin haber llegado a vetar oficialmente el texto y tiene que volver a tramitarse.
En el resto de ocasiones, el hecho de no firmar supone el equivalente a una abstención: la ley sigue adelante, pero sin la aprobación del presidente.
"Esta Administración ha dejado claro que una extensión de la Ley de Sanciones contra Irán, a pesar de que es innecesaria, es totalmente coherente con nuestros compromisos con el Plan de Acción Integral y Conjunto. Por lo tanto, la extensión de la Ley de Sanciones a Irán entrará en vigor sin la firma del presidente", ha manifestado la Casa Blanca este jueves en un comunicado.
El Plan de Acción Integral y Conjunto es un acuerdo nuclear entre Irán y los países miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el que Irán aceptó restringir el desarrollo de su programa atómico a cambio del levantamiento gradual de las sanciones interpuestas.
Irán prometió responder con dureza en el caso de que se aprobase una ampliación de las sanciones por parte de Estados Unidos por considerar que supondría una violación de los términos del acuerdo nuclear. El martes, el presidente iraní ordenó poner en marcha los planes para construir buques de propulsión nuclear y acusó a Estados Unidos de incumplir el pacto sobre su programa atómico.
El mantenimiento de las sanciones podría provocar tensiones en las relaciones entre Teherán y Washington, que desde que la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales han sufrido un enfriamiento. El presidente electo ha prometido en numerosas ocasiones que desechará el acuerdo nuclear con Irán en cuanto jure su cargo.