WASHINGTON, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha confirmado este martes la adopción de una nueva regulación sobre armas de fuego con un emotivo y contundente discurso en el que ha llorado al recordar a las víctimas de tiroteos como el de la escuela infantil Sandy Hook, que concluyó en 2012 con 20 niños muertos.
La Casa Blanca plantea más controles de antecedentes para los compradores de armas, así como un mejor registro en el caso de los vendedores. "No es un complot para quitar las armas a todos", ha aclarado Obama, que ha subrayado el "sentido de urgencia" para rebajar los 30.000 fallecidos anuales por armas de fuego.
Obama ha insistido en que "se pueden encontrar maneras de reducir la violencia respetuosas con la Segunda Enmienda", la piedra angular sobre la que gira el argumentario de grupos como la Asociación Nacional del Rifle (NRA) y de gran parte del Partido Republicano, con mayoría en el Congreso.
En este sentido, ha comparado sus iniciativas con los esfuerzos para prevenir las muertes en accidentes de tráfico o para que los niños accedan a medicamentos. "Sabemos que no podemos detener todos los actos de violencia, toda la maldad del mundo, pero quizás podemos intentar detener aunque sea un acto de violencia", ha apostillado.
Para ello, ha advertido, "el Congreso tiene que actuar" y ponerse del lado de la "mayoría de estadounidenses" que, según las encuestas, están de acuerdo en intensificar los controles. Ante la parálisis de la Cámara de Representantes y el Senado, Obama ha defendido que sólo le queda recurrir a su "autoridad legal" para aprobar medidas unilateralmente.
"El 'lobby' armamentístico puede tener al Congreso como rehén, pero no a todo el pueblo norteamericano", ha afirmado el presidente sin aludir directamente a los republicanos o a la NRA.
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, ha puesto en duda que Obama respete "el derecho a la seguridad y a la posesión de armas" de los estadounidenses y ha advertido de que cualquier acción ejecutiva será recurrida, "sin duda", ante los tribunales.
EMOCIÓN
Obama ha comparecido junto a víctimas de algunos de los tiroteos más dramáticos de los últimos años y, de hecho, antes de que el presidente tomara la palabra habló el padre de uno de los niños tiroteados en 2012 en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut).
"Cada vez que pienso en esos niños, me vuelvo loco", ha reconocido el mandatario con lágrimas en los ojos al recordar un hecho que, según sus palabras, le "cambió" personalmente. Dos semanas después de esa masacre, Obama reconoció que ese había sido el "peor día" de su Presidencia.