WASHINGTON 5 Ago. (Reuters/EP) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha defendido este jueves ante las críticas que ha recibido su Gobierno por el pago de 400 millones de dólares en efectivo a Irán, dinero que se ha vinculado al rescate de los presos estadounidenses retenidos en Teherán.
"Ya anunciamos ese pago en enero, hace meses", ha recordado el presidente. "No ha sido ningún secreto", ha añadido, en referencia a las informaciones que apuntaban a que el Ejecutivo estadounidense había enviado el dinero en un avión de forma secreta. "No se trata de ningún trato malvado", ha añadido, en una rueda de prensa desde el Pentágono.
El presidente ha reiterado la postura de Washington, que mantiene una política por la que no se pagan rescates por rehenes, y ha asegurado que el dinero no está relacionado con la liberación de los prisioneros.
"La razón por la que hemos tenido que darle el dinero en efectivo es, precisamente, porque somos tan estrictos a la hora de mantener las sanciones que no tenemos relaciones bancarias con Irán", ha afirmado. "No tengo muy claro por qué que el dinero se haya entregado en efectivo, en lugar de en un cheque o una transferencia, ha convertido esto en una historia mediática", ha añadido.
Irán ha libertado a los cinco estadounidenses detenidos el pasado 16 de enero, después de que Estados Unidos acordara ofrecer clemencia a siete iraníes detenidos, en su mayor parte, por violaciones de las sanciones, y retirara los cargos contra otros 14 iraníes en el exterior.
No obstante, el pago de los polémicos 400 millones de dólares ha coincidido en tiempo con la liberación de los presos y con el levantamiento de las sanciones internacionales contra Teherán, parte del histórico acuerdo alcanzado el año pasado.
Estados Unidos envió en avión a la República Islámica en francos, euros y otras monedas los 400 millones, primera parte de los 1.700 millones que deberá entregar al país como parte de la devolución del dinero que había entregado el régimen del sha Mohammad Reza Pahlevi a Washington a cuenta de la futura compra de armamento.
La cantidad original demandada por Irán eran los 400 millones de dólares que había transferido el Gobierno iraní anterior a la Revolución Islámica de 1979, pero con los intereses, ambas partes han cerrado una cifra final de 1.700 millones. Estos fondos estaban bloqueados desde 1981.