Barack Obama
JONATHAN ERNST/REUTERS
Actualizado: jueves, 8 septiembre 2016 13:00

MADRID 8 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha señalado este jueves que no se toma como algo personal el insulto de su homólogo filipino, Rodrigo Duterte, con quien finalmente mantuvo este miércoles una breve conversación durante su asistencia a la cumbre de la ASEAN en Laos.

"Me di la mano con el presidente Duterte anoche. No fue una interacción larga y lo que le indiqué es que mi equipo debería reunirse con el suyo y determinar cómo podemos avanzar en un amplio abanico de cuestiones", ha comentado en rueda de prensa Obama, según informa la cadena filipina ABS-CBN.

"Como ya dije en China, no me tomo estos comentarios como algo personal porque parece que es una frase que ha usado repetidamente, incluso dirigida al Papa y a otros. Así que creo que parece ser solo un hábito, una manera de hablar suya", ha añadido.

El presidente estadounidense ha subrayado que Estados Unidos quiere trabajar con Filipinas en la lucha contra el narcotráfico, un "serio problema" tanto para el país asiático como para Estados Unidos y el resto del mundo.

"En esta cuestión, queremos asegurarnos de que la asociación que tenemos es consistente con las normas internacionales y el Estado de Derecho", ha afirmado, dejando claro que para Washington es importante que la lucha antidroga "se haga de la forma correcta porque las consecuencias cuando se hace mal es que personas inocentes resultan heridas".

Obama y Duterte se dieron un apretón de manos y mantuvieron una breve conversación antes del inicio de una cena de gala previa a la cumbre. Duterte aseguró el lunes en un discurso que Obama era un "hijo de puta", un insulto que llevó a la Casa Blanca a cancelar la reunión que tenían programada ambos mandatarios este martes.

Este miércoles, los dos mandatarios se saludaron e intercambiaron unas palabras, según contó el ministro de Exteriores filipino, Perfecto Yasay. "Estoy muy feliz de que se haya producido", dijo, en referencia a la conversación.

Duterte insultó a Obama en medio de un discurso en el que hizo una cerrada defensa de su campaña de guerra contra el tráfico de drogas que ha dejado más de 2.400 muertos pero luego pidió disculpas por sus declaraciones.

Los líderes estrecharon sus manos y hablaron durante un par de minutos mientras esperaban para ocupar sus lugares en una cena de gala previa a la cumbre del jueves, según han contado Yasay y varios asesores de Duterte. Un responsable de la Casa Blanca ha afirmado que "el encuentro consistió en un intercambio de cumplidos".

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