WASHINGTON, 15 Oct. (Reuters/EP) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha indicado que su Gobierno está utilizando un amplio abanico de instrumentos diplomáticos para garantizar la seguridad y la paz en los dos referéndums que tendrán lugar el próximo mes de enero en Sudán.
"Es una de nuestras prioridades más altas", señaló Obama durante un encuentro televisado con jóvenes estadounidenses, quienes habían expresado como una de sus mayores preocupaciones la situación en la que se encuentra el país africano.
Obama apuntó que 2 millones de personas habían muerto durante la última guerra mantenida entre los rebeldes de Sur de Sudán y las tropas del Norte de Sudán, bajo el mando del Gobierno de la capital, Jartum, y dijo que millones más podrían morir si se produjese un estallido de la violencia con motivo del referéndum del próximo 9 de diciembre, en el que los ciudadanos de Sur de Sudán decidirán sobre su independencia del norte.
"Es importante para nosotros prevenir esos conflictos, no solo por razones humanitarias sino también por nuestro propio interés, ya que si la guerra estalla podría haber un efecto desestabilizador que dotaría de mayor espacio a actividades terroristas que en última instancia podrían estar dirigidas contra nuestro territorio", apuntó Obama.
"Éste es un asunto enorme, algo en lo que hemos puesto mucha atención", indicó Obama, instando a su joven audiencia a que presione para que el Congreso centre más su atención en Sudán.
El acuerdo de paz que en 2005 puso fin a la guerra civil entre Sur de Sudán y Norte de Sudán después de décadas de conflicto establece la celebración de un referendo de independencia para el sur y otro más para que los habitantes de la provincia de Abyei, rica en petróleo, decidan si quieren ser parte del sur o del norte.
Ambas votaciones se deben celebrar el 9 de enero, pero se están produciendo importantes retrasos en los preparativos. Se espera que los habitantes del sur, mayoritariamente cristianos y animistas, voten a favor de la independencia. El Gobierno del país, que controla Sudán del Norte, cuyos ciudadanos son principalmente musulmanes, quiere mantener unificado el país.