WASHINGTON 12 Nov. (Reuters/EP) -
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha expresado este miércoles su "profunda preocupación" por la situación en Burundi, durante una llamada telefónica con el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, según ha informado la Casa Blanca a través de un comunicado.
Obama ha pedido a Zuma "seguir trabajando con otros actores regionales para llamar a la calma", al tiempo que ha insistido en la necesidad de un diálogo "que pueda dar lugar a una solución a largo plazo a la crisis".
Al menos 240 personas han muerto y decenas de miles han huido a los países vecinos durante los últimos meses a causa de la violencia, que comenzó cuando el presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, decidió --el pasado mes de abril-- presentarse para un tercer mandato. Nkurunziza venció en unas disputadas elecciones en julio.
CONDENA DE BAN KI MOON
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, reiteró el pasado lunes su llamado a un cese inmediato de la violencia y los asesinatos, y pidió al gobierno realizar rápidamente "una completa investigación" y a "garantizar justicia por esos crímenes".
El secretario general de las Naciones Unidas insistió en su llamamiento, especialmente al gobierno de Burundi, al diálogo inclusivo para resolver todas las cuestiones pendientes. Asimismo, reclamó a las fuerzas de seguridad de Burundi que ejerzan "la máxima moderación para evitar una nueva escalada de tensión".
Por su parte, el asesor especial del secretario general de la ONU sobre la Prevención del Genocidio, Adama Dieng, dijo que Burundi se encuentra "en una encrucijada" e instó a la comunidad internación a reaccionar ante la posibilidad de un "genocidio".
OLA DE VIOLENCIA
Burundi sufre una crisis política desde el 13 de mayo, cuando un grupo de militares intentó dar un golpe de Estado tras semanas de protestas callejeras contra los planes de Nkurunziza de reformar la Constitución para perpetuarse en el poder.
Los militares no lo consiguieron y Nkurunziza consiguió mantenerse en el cargo en las elecciones del pasado verano pero desde entonces Buyumbura es escenario de constantes enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Además, se han producido asesinatos selectivos tanto de miembros del Gobierno como de la oposición que hacen temer a la comunidad internacional que Burundi vuelva a caer en una guerra civil de carácter sectario.
El último incidente violento del que se tiene constancia en Burundi sucedió el pasado fin de semana cuando al menos ocho personas fallecieron, presumiblemente ejecutadas, en un ataque en un bar ubicado en la capital de Burundi, Buyumbura.