PARÍS, 1 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha confesado este martes que no espera un cambio en la estrategia de Rusia en Siria, aunque ha confiado en que termine aliándose con la coalición internacional para combatir al Estado Islámico.
"Creo que (el presidente ruso Vladimir) Putin entiende que, con Afganistán aún en la memoria, meterse en un conflicto civil inconcluso y paralizante no es el resultado que busca", ha dicho en una rueda de prensa celebrada en el marco de la cumbre sobre clima de París.
Rusia bombardea desde el 30 de septiembre las posiciones de la organización terrorista en Siria, aunque diversas fuentes han advertido de que también está golpeando a la llamada oposición moderada que lucha contra el régimen de Bashar al Assad.
Estados Unidos lidera una coalición internacional en la que participan más de 60 países --tanto árabes como occidentales-- y que desde verano de 2014 también bombardea a los milicianos de negro en Siria y en Irak, aunque en este caso con la autorización del Gobierno.
Moscú y Washington han llegado a un acuerdo para coordinar su ofensiva aérea sobre Siria de modo que sus aviones no choquen en el aire, pero aún no han llegado al punto de coordinar la estrategia militar, aunque Putin lo ha sugerido esta última semana.
La principal diferencia entre Rusia y Occidente en su política sobre Siria es la figura de Al Assad. El Kremlin quiere mantenerlo en el poder mientras que desde Estados Unidos y Europa, aunque ahora los discursos empiezan a matizarse, reclaman su salida para facilitar la transición.