WASHINGTON 11 Nov. (Reuters/EP) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha propinado un duro revés este lunes a las grandes compañías de telefonía móvil y de cable al presionar públicamente al regulador federal de las comunicaciones para que adopte reglas más duras que traten a los proveedores de Internet como empresas de servicio público.
Las acciones de las principales compañías proveedoras de servicios de Internet, Comcast Corp y Time Warner Cable Inc, se desplomaron durante la sesión, después de que Obama dijese que deberían ser reclasificadas para enfrentarse a regulaciones más estrictas, que les impidan firmar acuerdos pagados con compañías de contenido para que tengan acceso a una "vía rápida".
Estas declaraciones forman parte de un comunicado sobre "neutralidad en la red", un compromiso adquirido por el propio Obama en su campaña de 2008, aunque supone una extraña intervención de la Casa Blanca en el establecimiento de políticas de una agencia independiente.
Previamente, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por su sigla en inglés) recibió cerca de 4 millones de comentarios --en su mayoría como resultado de la intensa campaña en la red de los defensores de los consumidores-- en respuesta a la propuesta que hizo en mayo su presidente, Tom Wheeler, para establecer nuevas normas.
La iniciativa prohibiría que los proveedores de servicios de Internet bloqueen contenidos, pero les permitía llegar a acuerdos "comercialmente razonables" con proveedores de contenidos para asegurarse un tráfico suficiente y rápido.
Si bien Wheeler prometió controlar los acuerdos que puedan dañar a los consumidores, muchos mostraron su preocupación porque se puedan crear "vías rápidas" para las compañías que pagan, mientras el resto quedan relegadas a "carriles lentos". Las empresas prestadoras de servicios en Internet, por su parte, aseguran que no han firmado ni firmarán acuerdos de "prioridad por pago".
No obstante, algunos analistas aseguran que una normativa más estricta puede amenazar también a los denominados acuerdos de interconexión, como el que alcanzó este año Netflix Inc con Comcast, Verizon Communications Inc y AT&T Inc para mejorar el servicio de tráfico conectándose directamente a sus servidores.
Las compañías de cable y móviles hicieron públicos el lunes duros comunicados advirtiendo de que la decisión de reclasificar la banda ancha como un servicio de telecomunicación público amenaza sus inversiones y la innovación.
Obama, de viaje en Asia, ha publicado un comunicado y un mensaje por video en la red reconociendo que la FCC es una agencia independiente y que la decisión es "solamente suya". Sin embargo, se ha alineado con los defensores de los consumidores al pedir que se prohíba la "prioridad por pago" y se reclasifique a los proveedores de servicios como públicos.
También ha dicho que la FCC debería aplicar sus reglas por igual a proveedores de servicios de Internet móviles y fijos, reconociendo los retos especiales que supone el manejo de redes inalámbricas, un revés para el sector.
Wheeler, amigo cercano de Obama, ha dicho en otro comunicado que deben tomarse un tiempo "para hacer el trabajo correctamente, de una vez por todas, para proteger con éxito a los consumidores y a los innovadores en la red".
Los republicanos no han dudado en criticar rápidamente las palabras de Obama. Así, el senador John Thune ha afirmado que "el llamado del presidente (...) convertiría Internet en un bien regulado por el Gobierno que afectaría a este dinámico y robusto sector con reglas escritas hace unos 80 años para el viejo servicio telefónico".