RIAD, 21 Abr. (Reuters/EP) -
Estados Unidos disuadirá y hará frente a cualquier agresión contra las monarquías del Golfo, que siguen teniendo temor por la amenaza que plantea Irán, ha asegurado este jueves el presidente estadounidense, Barack Obama, tras reunirse con sus líderes en Riad.
Obama ha viajado a Arabia Saudí con la esperanza de calmar los temores de los países del Golfo por la influencia de Irán y animarles a rebajar las tensiones sectarias en un esfuerzo por hacer frente a la amenaza yihadista que plantean organizaciones como Estado Islámico.
"He reiterado la política de Estados Unidos de usar todos los elementos en nuestro poder para garantizar nuestros intereses centrales en la región del Golfo y disuadir y hacer frente a una agresión externa contra nuestros aliados y nuestros socios", ha declarado al término de la cumbre con el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
El presidente ha añadido en su declaración que todos los líderes estaban comprometidos tanto con la lucha contra Estado Islámico como con desescalar los conflictos regionales y ha abordado las preocupaciones de los países del Golfo sobre Irán.
"Incluso con el acuerdo nuclear reconocemos colectivamente que seguimos teniendo preocupaciones serias sobre la conducta de Irán", ha incidido.
"Lo que es cierto entre Estados Unidos y el CCG, como es cierto con todos nuestros aliados y amigos, es que en cualquier momento va a haber diferencias", ha reconocido Obama, respecto a las diferencias con estos países en los últimos tiempos.
Estados Unidos sigue estando muy implicado en la seguridad del Golfo, cooperando estrechamente con las monarquías para reforzar sus fuerzas armadas y comparten Inteligencia para combatir a los grupos islamistas.
"Los países del CCG han cooperado extensamente con nosotros para combatir el terrorismo, reduciendo la financiación de las actividades terroristas", ha declarado Obama tras la cumbre.
Asimismo, ha defendido que estos países deben ser capaces de trabajar juntos pese a sus diferencias, ya sea tratando con Irán o manteniendo un gobierno estable y unificado dentro de un país como Irak.
"La prosperidad y estabilidad de la región depende de que los países traten a todos sus ciudadanos de forma justa y que el sectarismo es un enemigo de la paz y la prosperidad", ha sostenido. "Si la gente se ve a sí misma no como ciudadana de un país sino como un miembro de una particular rama del islam, esa es una receta para que los países se desmoronen", ha prevenido.