WASHINGTON, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha promulgado en la noche del miércoles (madrugada del jueves en la España peninsular) la legislación aprobada por el Congreso para evitar el llamado 'abismo fiscal', que supondrá un aumento de los impuestos a los ciudadanos más ricos, evitará el aumento de impuestos a la clase media y extenderá las ayudas de emergencia al desempleo, según ha informado la cadena de televisión estadounidense CBS.
El proyecto de ley fue aprobado en la noche del martes por la Cámara de Representantes tras recibir el respaldo del Senado ese mismo día tras varias semanas de negociaciones entre demócratas y republicanos para sacar adelante un pacto bipartidista.
La legislación aprobada permitirá el incremento de los impuestos sobre la renta desde el 35 por ciento hasta el 39,6 por ciento a los hogares que ingresen más de 450.000 dólares (339.000 euros) al año y a las personas que ganen más de 400.000 dólares (alrededor de 300.000 euros).
Asimismo, evitará que los cien millones de familias que ganan menos de 250.000 dólares (alrededor de 188.000 euros) al año sufran los aumentos significativos de impuestos previstos para este mes, aunque los impuestos sobre la nómina se incrementarán para la mayoría de los hogares en 2013 en el marco del recorte de impuestos temporal aprobado hace dos años.
Además de hacer frente a la crisis fiscal, la medida extenderá las políticas federales agrícolas hasta septiembre, evitando así la duplicación prevista de los precios de la leche. El acuerdo también veta un aumento salarial previsto para los miembros del Congreso.
La subida de impuestos también se ha realizado sobre los beneficios del capital, subiendo de un 15 a un 20 por ciento. Además, el impuesto de sucesiones se eleva al 40 por ciento por herencias superiores a los 5 millones de dólares o 10 en caso de ser una pareja quien los reciba.
En total, el plan prevé un aumento de las recaudaciones de impuestos de 600.000 millones de dólares durante los próximos diez años. Este acuerdo extiende un año el subsidio por desempleo para dos millones de parados, aunque en este caso podría reducirse durante las próximas negociaciones. Además, no se reducirán las partidas para los médicos que atienden a pacientes de Medicare.
En general, todos los estadounidenses sufrirán una subida generalizada de impuestos ya que la Administración aprobó en 2010 una reducción del 2 por ciento en una parte de los sueldos para intentar impulsar la economía. Sin embargo, el Congreso no ha ampliado esa reducción, lo que supondrá una pérdida de 50 dólares mensuales para personas que cobren 30.000 euros anualmente o de 190 a los que superen los 110.000 dólares.
A pesar de que con el acuerdo se ha evitado el llamado 'abismo fiscal', republicanos y demócratas tienen por delante un panorama de difíciles negociaciones ya que en dos meses deben decidir si aprobar profundos recortes o elevar nuevamente el techo de deuda.