Activistas protestas frente a la Casa Blanca por la construcción del Keystone XL
JONATHAN ERNST / REUTERS
Actualizado: viernes, 6 noviembre 2015 19:01

WASHINGTON, 6 Nov. (EUROPA PRESS) - 

   El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha rechazado la construcción del polémico oleoducto Keystone XL, concebido para transportar cientos de miles de barriles de petróleo cada día desde Canadá hasta el golfo de México.

Tras concluir una revisión sobre el impacto medioambiental del proyecto, en la que también se ha consultado a la ciudadanía, el Departamento de Estado ha recomendado al mandatario norteamericano el veto al proyecto.

Obama ha aceptado este informe y, en una esperada comparecencia, ha anunciado que el Keystone XL queda cancelado. "El Departamento de Estado ha determinado que no sirve a los intereses de Estados Unidos", ha argumentado el mandatario, que ha descartado una posible "contribución significativa" de esta obra a la economía nacional.

El presidente ha sugerido a los congresistas que, si quieren crear empleo, aprueben un nuevo plan de infraestructuras que "a corto plazo podría crear 30 veces más empleos por año que el oleoducto", al tiempo que ha rechazado que importar "petróleo más sucio" pueda aumentar la seguridad energética.

Al margen de los argumentos económicos, Obama también ha apelado a la defensa del medio ambiente y a su deseo de situar a Estados Unidos como "líder global" en la materia. "Tenemos que tomar acciones serias para luchar contra el cambio climático", ha apostillado.

EL "FACTOR CLAVE"

El secretario de Estado, John Kerry, y el vicepresidente, Joe Biden, han comparecido junto a Obama en el momento del anuncio, con el que la Casa Blanca ha dado carpetazo a cinco años de idas y venidas y de discusiones entre defensores y detractores del macrosistema de tuberías.

En un comunicado posterior, Kerry ha explicado que recomendó el veto al considerar que el proyecto perjudicaría la seguridad energética, tendría una repercusión "marginal" en materia económica, no ayudaría a reducir los precios para el consumidor final, conllevaría múltiples "dudas" sobre su impacto social y medioambiental y supondría transportar crudo "de una fuente especialmente sucia".

Sin embargo, para Kerry el "factor clave" ha sido que seguir con el proyecto perjudicaría "significativamente" la capacidad de Estados Unidos para "seguir liderando el mundo en la lucha contra el cambio climático".

PROS Y CONTRAS

El oleoducto de TransCanada fue concebido en 2010 para transportar 830.000 barriles de crudo al día desde Canadá hasta las refinerías y los puertos de la costa estadounidense del golfo de México.

El Partido Republicano ha defendido que crearía miles de puestos de trabajo y haría a Estados Unidos menos dependiente de las importaciones de Oriente Próximo, mientras que los ecologistas han alertado de las repercusiones medioambientales.

Transcanada había solicitado al Gobierno norteamericano que suspendiese la revisión del proyecto, en un intento por dejar la decisión en manos del presidente que llegue a la Casa Blanca en enero de 2017. La exsecretaria de Estado Hillary Clinton, favorita en las primarias del Partido Demócrata, ya se ha posicionado en contra.

Por parte canadiense, el oleoducto ha contado en los últimos años con el respaldo del primer ministro conservador, Stephen Harper, y ahora también de su recién elegido sucesor, el liberal Justin Trudeau, que lo ha defendido a pesar de su posiciones ecologistas.

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