MANILA, 19 Nov. (Reuters/EP) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha prometido este jueves seguir adelante con su plan de cerrar la prisión militar de Guantánamo, pero ha advertido de que los atentados de París de la semana pasada provocarán una mayor resistencia del Congreso a sus esfuerzos.
"Podemos mantener al pueblo estadounidense a salvo mientras cerramos esa operación", ha afirmado Obama en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
El presidente ha reiterado su visión de que Guantánamo ha sido una "herramienta de reclutamiento enorme" para grupos como Estado Islámico, el cual se ha extendido por Siria e Irak. "Vamos a repasar de forma meticulosa, con el Congreso, cuáles son nuestra opciones y por qué creemos que debería cerrarse", ha aclarado Obama.
Obama ha ofrecido estas declaraciones desde Manila, donde asiste una cumbre de Asia-Pacífico, y en medio de nuevos retrasos de su Administración para presentar al Congreso un plan encaminado a cerrar la prisión para sospechosos extranjeros de terrorismo, la cual es objeto de una fuerte crítica internacional.
Fuentes estadounidenses han asegurado que el Gobierno debía haber presentado el plan la semana pasada, antes de que Obama partiera a las cumbres de Turquía y el Sudeste Asiático. Sin embargo, el proceso se ha retrasado sin explicación y Obama no ha ofrecido ninguna nueva fecha.
Además, ha adelantado que habrá menos de 100 presos a principios de 2016, lo que supondría un importante hito. La cifra ya se ha visto reducida a 107, en su mayoría a través de repatriaciones y transferencias a terceros países.
SE ENFRENTA A LA OPOSICIÓN
Algunos republicanos han pedido a Obama que abandone la idea del cierre de Guantánamo, argumentando que no es momento para liberar a más presos extranjeros ni de trasladarlos a las cárceles de Estados Unidos.
Los republicanos, que controlan el Congreso, han prometido bloquear los esfuerzos de Obama para transferir a cualquier detenido de Guantánamo a Estados Unidos, la cual fue abierta por su antecesor, George W. Bush, tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
La matanza de París, que se ha cobrado la vida de 129 personas, parece haber complicado la estrategia de Obama sobre Guantánamo. "Garantizo que habrá fuerte resistencia, a causa de las secuelas de París. Creo que habrá una fuerte tendencia a ponernos nerviosos en torno a temas que realmente no nos hacen más seguros", ha destacado.
El presidente ha rechazado las peticiones de sus opositores y los ha acusado de tener intereses partidistas. Los republicanos afirman que la aceptación de refugiados sirios debería restringirse debido a que podrían infiltrarse milicianos con el fin de llevar a cabo atentados.
La Casa Blanca no ha descartado la posibilidad de que Obama pueda usar los poderes ejecutivos para cerrar la prisión, pero algunos diputados han prometido emprender acciones legales, si recurre a esa vía.