NUEVA YORK, 6 Ene. (EUROPA PRESS/Emilio López Romero) -
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, sigue sin querer pronunciarse públicamente sobre la última ola de violencia desatada en la Franja de Gaza, que ya ha costado la vida de más medio millar de palestinos y unos 2.500 heridos, a pesar de que en las últimas horas arrecian las críticas del mundo musulmán por su silencio.
"Importantes y delicadas negociaciones están teniendo lugar en estos momentos y no pueden haber dos voces desde Estados Unidos cuando hay tanto en juego", afirmó Obama en unas breves declaraciones a los periodistas en el Congreso cuando le preguntaron por la invasión terrestre iniciada el pasado sábado por el Ejército israelí.
Obama, que dijo estar preocupado por lo que está ocurriendo, explicó que está siendo permanente informado por funcionarios de la Administración Bush de la situación en la Franja de Gaza, e insistió en que el principio de "un solo presidente al mismo tiempo" es especialmente importante y significativo cuando se trata de asuntos internacionales.
El último en pedir un pronunciamiento del próximo inquilino de la Casa Blanca ha sido el titular de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, Riyad Al Malki, quien ha viajado a Nueva York junto a otros ministros de Exteriores árabes para entrevistarse con el secretario general de Naciones Unidas Ban Ki Moon, e intentar que el Consejo de Seguridad emita una resolución.
Al Malki confió en que Obama divulgue "cuanto antes" una declaración sobre la violencia en Gaza, tras lo cual precisó que la Autoridad Nacional Palestina sigue con sus esfuerzos diplomáticos para que Estados Unidos apoye una resolución del Consejo de Seguridad que incluya un alto el fuego inmediato, incluidos los ataques de Hamás contra territorio israelí.