La Conferencia Episcopal considera que las marchas son un "signo de esperanza" en medio de la "tragedia nacional" que vive el país
MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Conferencia Episcopal de Venezuela ha expresado este martes su apoyo a las marchas convocadas para el miércoles por la Asamblea Nacional controlada por la oposición en todo el país, que ha calificado de "signo de esperanza", y ha apelado a las fuerzas de seguridad a que protejan a quienes participen en ellas y les respeten.
Los obispos venezolanos han reiterado que el pueblo venezolano "vive una situación dramática y de extrema gravedad por el deterioro del respeto a sus derechos y de su calidad de vida, sumido en una creciente pobreza y sin tener a quien acudir".
Ante esta "tragedia nacional", según la Conferencia Episcopal, "es notorio que la mayoría del pueblo pide un cambio de rumbo que pasa por un período de transición hasta elegir nuevas autoridades nacionales" y que los venezolanos consideran "ilegítima" la juramentación del segundo mandato de Maduro el pasado 10 de enero.
En este sentido, han considerado que "urge asumir el clamor popular de un cambio, de una concertación para una transición esperada y buscada por la inmensa mayoría". Por ello, las marchas de este 23 de enero "constituyen un signo de esperanza, algo nuevo que está comenzando a generarse en nuestro país: cambios necesarios para el desarrollo humano integral de cada persona y de todas las personas, pero siempre en democracia y de acuerdo a la Constitución Nacional", han sostenido.
Para los obispos venezolanos, "estas marchas no son el final del camino, sino un signo de futuro en proceso que debemos construir entre todos, sin excepción". Así, han defendido que no se puede "cargar todo el peso de las responsabilidades a una sola persona ni a una sola institución, pues somos una nación y como tal debemos enfrentar las dificultades", en una aparente referencia al nuevo presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, al que el parlamento opositor ha proclamado presidente tras desconocer a Maduro como tal.
Por otra parte, han aprovechado para instar a los miembros de las fuerzas de seguridad a que "protejan a la población, la acompañen y respeten con un sentido cívico ante las demandas de sus derechos y de nuevas realidades en el contexto de lo político".
"Proteger a los ciudadanos, es decir, al pueblo al que pertenecen sus propias familias y que sufren las mismas calamidades, debe ser lo que inspire el salir a las calles uniformados", han defendido, instándoles a "atender al clamor de sus hermanos venezolanos para que todo transcurra en paz".
Los obispos han reconocido la posibilidad de que "grupos anárquicos" puedan generar violencia durante las marchas y por ello han conminado a los miembros de las fuerzas de seguridad a que trabajen para frenarles "en defensa de la población civil que marchará de forma pacífica".
"El valor de la vida y la libertad son indiscutibles, no se negocian", ha recalcado los prelados, que también han pedido a dichos grupos que "se unan a la sana convivencia y a la concordia que tanto piden los venezolanos, dejando a un lado todo tipo de violencia".