Atentado contra chiíes en Alepo - abril de 2017
AMMAR ABDULLAH
Actualizado: lunes, 17 abril 2017 3:11


MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

El subsecretario general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios y jefe de la Oficina Humanitaria de la ONU (OCHA), Stephen O'Brien, ha expresado este domingo su "horror" por el atentado perpetrado contra un convoy de civiles evacuados que se encontraba bloqueado cerca de la ciudad siria de Alepo, que ha dejado al menos 126 muertos, entre ellos 68 menores.

En su comunicado, O'Brien ha recalcado que "los responsables de este ataque monstruoso y cobarde han mostrado un vergonzoso desprecio por la vida humana", expresando sus condolencias a los familiares de las víctimas.

"El Derecho Humanitario es muy claro: las partes en conflicto deben proteger a los civiles y distinguir entre objetivos militares y civiles", ha dicho, recordando que "la evacuación era parte de un acuerdo sobre las Cuatro Ciudades", Fua y Kefraya, en Idlib, y Madaya y Zabadani, en Damasco.

O'Brien ha destacado que "si bien la ONU no participa en el acuerdo ni en el proceso de evacuación, está dispuesta a aumentar su apoyo a los evacuados", pidiendo a las partes en conflicto que "faciliten el acceso sin restricciones a la ONU y sus socios para entregar ayuda a los que la necesitan".

Según fuentes sirias a la televisión libanesa Al Mayadin, el atentado fue perpetrado por un terrorista suicida al volante de "un vehículo con tracción a las cuatro ruedas" que comenzó a atraer a los miles de evacuados, sobre todo a los niños, con alimentos infantiles en el maletero del vehículo, "cargado con una tonelada de explosivos".

Estas mismas fuentes apuntan que la ejecución del atentado invita a pensar en la participación de un grupo rebelde por varios motivos. "La zona de Rashidin, donde ha sucedido el ataque, está ocupada por la oposición siria que financian las potencias occidentales y las monarquías árabes", según estas fuentes.

Por contra, el grupo rebelde Ahrar al Sham, uno de los principales negociadores del acuerdo de evacuación con las autoridades sirias, ha negado toda responsabilidad en el "cobarde ataque" que "sirve a las políticas sectarias del régimen sirio".

"Este ataque va contra los principios del Islam y sirve a las políticas sectarias de un régimen que, como beneficiado de este ataque, intenta encubrir las masacres de Ghuta y Jan Shaijun", según un comunicado colgado por el grupo en su cuenta de Twitter, donde hace referencia a dos ataques químicos de los que se responsabiliza a las autoridades sirias.

Un intento previo de evacuar Fua y Kefraya --de mayoría chií y cercadas por los rebeldes-- en enero fue impedido por los rebeldes, que incendiaron varios de los autobuses que iban a ser utilizados en el proceso.

Las evacuaciones iban a tener lugar en el marco de la evacuación de civiles de la zona oriental de Alepo tras su caída en manos del Ejército tras varios años en poder de los rebeldes.

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