El Gobierno de Joseph Kabila defiende la transparencia del proceso frente a las denuncias de fraude electoral
KINSHASA, 3 (Reuters/EP)
La Conferencia Episcopal de República Democrática del Congo (CENCO) han indicado este jueves que, según sus observadores electorales, hay un claro ganador de las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo en RDC, aunque han rehusado decir cuál.
El secretario general de la CENCO, Donatien Nshole, ha presentado en rueda de prensa el informe de la misión electoral de los obispos congoleños, que ha denunciado problemas logísticos que, por ejemplo, hicieron que algunos centros electorales no contaran con el material necesario.
Nshole se ha referido también a los resultados electorales, afirmando que uno de los candidatos ha ganado claramente los comicios presidenciales, pero no ha precisado quién, a la espera de que la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) publique los datos oficiales.
Los tres candidatos que tienen más opciones de suceder a Joseph Kabila, cuyo mandato expiró en 2016 y ha postergado las elecciones presidenciales dos años, son Emmanuel Ramazani Shadary, su delfín político, y los opositores Félix Tshisekedi y Martin Fayulu.
La CENI había anunciado horas antes que por ahora solo ha escrutado el 20 por ciento de los votos emitidos en los comicios presidenciales, si bien ha asegurado que para el domingo tendrá los resultados completos. En el caso de las elecciones legislativas y provinciales, el conteo se prolongará hasta el 22 de enero.
La CENI, citada por el portal congoleño 'Actualité', ha avanzado que el plazo para presentar quejas transcurrirá entre el 7 y el 15 de enero, para las elecciones presidenciales, por lo que el mismo 15 de enero se publicarán los resultados definitivos y el presidente electo tomará posesión del cargo el día 18 del mismo mes.
UN PROCESO CUESTIONADO
Estos comicios, que podrían suponer la primera transición de poder democrática en el país africano, han estado marcados por la violencia y las irregularidades.
Este mismo jueves, la Sinergia de Misiones de Observación Ciudadana de las Elecciones (SYMOCEL), un grupo local, ha presentado su informe electoral, en el que denuncia que la mayoría de los centros de votación sufrieron problemas que desalentaron el voto.
SYMOCEL ha precisado que el 27 por ciento de los centros electorales abrió tarde; el 24 por ciento cerró sin permitir que la gente que hacía cola votara; el 18 por ciento tuvo problemas por el mal funcionamiento de las máquinas de votación; el 17 por ciento permitió votar a gente no acreditada; y el 15 por ciento no emitió actas electorales.
La Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) ha concluido que el proceso electoral permitió "a la mayoría de la población congoleña ejercer su derecho al voto", mientras que la misión de observación de la Unión Africana (UA) ha hecho hincapié en los problemas logísticos.
El Gobierno de Kabila rechazó dar acreditación a los observadores electorales de la Unión Europea (UE) y del Centro Carter de Estados Unidos, que denunciaron irregularidades generalizadas durante los últimos comicios, que tuvieron lugar en 2011.
FRAUDE ELECTORAL
La oposición ya ha denunciado un fraude generalizado. Un portavoz de Tshisekedi ha señalado al posible retraso en la publicación de los resultados oficiales como prueba del mismos. "Claramente están intentando prolongar el proceso para manipular la verdad de las urnas", ha dicho Vidiye Tshimanga.
Por su parte, el portavoz del Gobierno congoleño, Lambert Mende, ha defendido la credibilidad de las votaciones, así como la decisión de suspender los comicios en las ciudades de Beni y Butembo a causa de la nueva epidemia de ébola que sufre RDC, lo que impidió votar a un millón de personas en estos bastiones opositores.
"Más de un millón de personas se habrían visto expuestas a una dramática aceleración de la propagación de la epidemia de ébola", ha argumentado en una rueda de prensa ofrecida este jueves desde Kinshasa.
Mende también ha defendido la decisión gubernamental de cortar el acceso a Internet hasta conocer los resultados oficiales para, según ha reiterado, evitar la difusión de noticias falsas que podrían provocar estallidos de violencia en un país ya convulsionados por los conflictos armados. Unos 80 millones de usuarios se han visto afectados.