Publicado: viernes, 6 mayo 2016 5:49


MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) ha condenado el ataque aéreo ejecutado este jueves contra un campo de desplazados internos en el norte de Siria, que se ha saldado con al menos 28 víctimas mortales.

El jefe de la OCHA, Stephen O'Brien, ha tildado de "obscenos" estos ataques y ha advertido de que podrían constituir crímenes de guerra, recalcando que las partes en conflicto "tienen que proteger a los civiles y tomar medidas para evitar las agresiones".

"La tecnología militar moderna tiene recursos que dejan poco margen de error", ha manifestado, al tiempo que ha reclamado la apertura de una investigación "imparcial, inmediata e independiente".

El bombardeo ha tenido lugar en el campo de desplazados internos de Kourmani. La ciudad más cercana es Samarda, a cuatro kilómetros, mientras que Alepo, el principal campo de batalla en estos momentos, está a unos 30 kilómetros.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres pero una amplia red de informantes sobre el terreno, ha cifrado en al menos 28 los fallecidos, incluidos niños, y ha advertido de que el balance podría aumentar debido al gran número de heridos graves.

Los Comités de Coordinación Local y los llamados 'cascos blancos', ambos en el bando opositor, han elevado a 30 los fallecidos. Los dos grupos han difundido imágenes en las redes sociales en las que pueden verse varias tiendas de campaña calcinadas.

Por su parte, Orient News, que cita a su vez a la cadena siria SLN, ha indicado que hay al menos medio centenar de fallecidos y ha acusado directamente al régimen de Bashar al Assad de bombardear el campo de Kourmani.

Este ataque aéreo se produce en medio de la tregua de 48 horas que entró en vigor esta medianoche en la vecina Alepo para cesar los enfrentamientos entre las fuerzas 'assadistas', los rebeldes y los terroristas del Frente al Nusra, que han devastado el lugar.

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