GINEBRA, 20 Abr. (Reuters/EP) -
Naciones Unidas ha expresado este miércoles su profunda preocupación por el éxodo de Alepo, que alcanza ya los 40.000 desplazados internos y podría aumentar debido a la escalada de la ofensiva militar lanzada por el Gobierno sirio a pesar de la tregua.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha informado de que más de 40.000 personas han huido de Alepo a causa de la violencia y ahora viven en campamentos para desplazados internos, la mayoría en los alrededores de la ciudad fronteriza de Azaz, así como en las de Sijjou o Bab al Salam.
"Teniendo en cuenta el previo influjo de 75.000 desplazados internos en Azaz en enero y febrero, es de esperar que las necesidades humanitarias aumenten exponencialmente", ha señalado la OCHA.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha expresado igualmente su "extrema preocupación por la intensificación de los enfrentamientos en el norte de Siria y su impacto en la población civil". "Seguimos vigilando la situación estrechamente", ha dicho Ariane Rummery, de ACNUR.
La ofensiva gubernamental sobre Alepo de principio de año llevó a miles de sirios a intentar huir a Turquía, pero el cierre de la frontera les dejó atrapados y sin casi acceso a la ayuda humanitaria. Desde entonces, las autoridades turcas solo han dejado pasar a unos pocos.
Médicos Sin Fronteras (MSF) estima que actualmente hay unas 100.000 personas atrapadas en la línea limítrofe, 35.000 de las cuales llegaron la semana pasada procedentes de campos para desplazados internos que ha tomado el Estado Islámico.
"Todavía vemos a decenas de miles de personas forzadas a huir pero casi sin ningún lugar seguro al que ir, atrapados en este sangriento y brutal conflicto", ha dicho Muskilda Zancada, jefe de la misión de MSF en Siria.
La reanudación de los combates ha empujado a la oposición siria a "posponer" las negociaciones de paz en Ginebra. "El régimen y sus aliados están intentando tomar Alepo, lo cual significa tomar a 650.000 ciudadanos", ha denunciado Riad Hijab, portavoz rebelde.