TOKIO 19 Oct. (Reuters/EP) -
El Gobierno Japonés ha defendido que el primer ministro Shinzo Abe actuó a título personal cuando ha mandado la ofrenda al santuario de Yasukuni, donde se rinde homenaje a los militares muertos en la guerra, y que es visto por muchos países de Asia como un símbolo del pasado militarista de Japón.
Shinzo Abe envió el sábado un "masakaki", un árbol ceremonial, para conmemorar el festival anual de otoño en el santuario de Yasukuni, en donde criminales de guerra están enterrados junto a víctimas de la guerra.
"Soy consiciente de que las noticias de los medios de comunicación muestran que el primer ministro Abe ha mandado un masakaki, pero la acción fue hecha de forma privada e individual, por lo que no creo que sea algo que deba comentar el Gobierno", ha dicho la portavoz del Ejecutivo japonés Yoshihide Suga. "Creo que es un acto común y global para honrar a aquellos que dieron su vida por su país".
La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying, ha señalado que el templo también rinde homenaje a criminales de guerra. En el santuario se honra a catorce líderes que fueron condenados como criminales de guerra por el tribunal de los Aliados después de la Segunda Guerra Mundial.
"China se ha mostrado contraria a estos errores cometidos por importantes políticos japoneses. Rogamos a Japón que plante cara a la historia del militarismo y reflexione sobre ella", ha dicho Hua a los medios.
La ofrenda de Abe ha tomado por sopresa a China y a Corea del Sur, donde se continúa recordando la ocupación y colonialismo japonés antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Desde mayo de 2012, los líderes de los dos países están intentando organizar una cumbre trilateral con Japón.
En diciembre de 2013, la visita de Abe a Yasukuni indignó a China y Corea del Sur. Recientemente, Pekín y Seúl han mostrado su deseo por mejorar las relaciones con el país vecino.
La semana pasada, los medios japoneses anunciaron que Abe ha invitado al presidente chino, Xi Jinping, a visitar Japón durante la primavera del próximo año, mediante una carta enviada al líder del partido en coalicción con el Gobierno actual.