MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
La muerte de 61 migrantes y refugiados por el naufragio frente a Libia de la embarcación con la que intentaban llegar a Europa ha llevado a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a apelar a la "responsabilidad colectiva" para que estas personas puedan tener opciones "mejores y más seguras" para tratar de "mejorar sus vidas".
Para la directora general de la OIM, Amy Pope, la última "tragedia" evidencia los riesgos que asumen los migrantes. "Lo que ocurrió el fin de semana frente a las costas de Libia va más allá de lo desolador, ningún ser humano debería tener que pasar por eso", ha advertido en un comunicado.
La OIM estima que al menos 2.571 personas han muerto este año en el Mediterráneo, de las cuales 2.271 corresponden a la zona central, aunque la organización asume que la cifra real será mucho mayor. La agencia ha lamentado los retrasos en las operaciones de rescate efectuadas por autoridades, así como los obstáculos impuestos a las actividades de las ONG.
En esta línea, la coordinadora de Médicos Sin Fronteras (MSF) a bordo del 'Geo Barents', Virginia Mielgo, ha subrayado que "no se puede aceptar que un barco en peligro con 86 personas a bordo, a sólo 18 millas náuticas (33 kilómetros), a menos de 45 minutos de las costas libias, haya terminado con la muerte de 61 personas, entre ellas niños". Pasaron ocho horas hasta la llegada a la zona de un buque mercante.
Mielgo ha denunciado en un comunicado que la Guardia Costera libia ha demostrado "una vez más" y de manera clara "su incapacidad para coordinar actividades seguras de búsqueda y rescate y evitar la pérdida de vidas en el mar", lo que convierte a los gobiernos europeos que le han concedido esta responsabilidad en "cómplices" de las muertes.
MSF ha lamentado también las trabas impuestas a su actividad por las autoridades italianas, ya que el 'Geo Barents' había tenido que abandonar la zona para llevar a unos 40 migrantes rescatados al puerto de Génova, "innecesariamente lejano". "Nos vimos forzados a seguir, impotentes, cómo las alertas a las autoridades quedaban sin respuesta durante horas", ha relatado su coordinadora.