MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha cifrado este martes en 8.500 los civiles desplazados de la provincia iraquí de Anbar (oeste) tras el inicio el 19 de septiembre de una ofensiva contra el grupo yihadista Estado Islámico.
El organismo ha indicado que los desplazados recorren grandes distancias, en ocasiones durante varios días y bajo un intenso calor, para llegar a zonas seguras, agregando que la mayoría de los nuevos desplazados son niños, mujeres y ancianos.
La OIM registró 54.546 desplazados en el oeste de Anbar entre enero y el 2 de octubre, principalmente de las localidades de Annah, Qaim y Rawa, principales bastiones de los yihadistas en la provincia. El Ejército recuperó la semana pasada el control de Annah.
Del total de desplazados desde enero, 32.886 se encuentran en campamentos, mientras que 21.660 están en otros lugares --entre ellos 528 bajo acuerdos de acogida--.
"Los nuevos desplazados de sus viviendas llegan habitualmente deshidratados, sufriendo hambre y sed", ha dicho un doctor de la OIM. "Muchos requieren apoyo psicosocial y atención médica", ha subrayado.
Una mujer desplazada de la localidad de Annah ha relatado que los yihadistas asesinaron a su esposo poco después de tomar la provincia. "He sufrido mucho desde entonces. Quedé a cargo de mis hijos y les apoyé vendiendo pan casero a los vecinos", ha dicho.
"Cuando Estado Islámico entró en nuestra ciudad, la situación se volvió muy peligrosa y tuvimos que huir. Escapamos en un viaje arriesgado y llegamos a Habaniya. Estamos seguros aquí, pero tuvimos que dejar todo atrás", ha indicado.
Por su parte, un hombre desplazado de Qaim a Hadiza ha subrayado que "la vida en Qaim era extremadamente difícil bajo control de Estado Islámico", resaltando que tenía una tienda pero que "en un mes era imposible mantener el negocio".
"Nos sentíamos como prisioneros y teníamos que cumplir muchas normas extrañas aplicadas por Estado Islámico. Junto a otras familias, esperamos al momento en el que pudiéramos huir", ha añadido.
Así, ha indicado que finalmente huyeron en agosto debido a los combates en la zona y ante la posibilidad de que estallaran nuevas hostilidades, detallando que contrató a contrabandistas para gestionar su escape.
"Ahora estamos desplazados en un edificio sin terminar. Hemos gastado nuestros limitados ahorros y no tenemos dinero para cubrir nuestras necesidades. Lo que recibimos hoy nos ayudará a superar estos momentos difíciles", ha remachado.
Las tropas iraquíes ya se han hecho con las ciudades más grandes de Anbar: Faluya y Ramadi. Sin embargo, las ciudades de Qaim y Rawa todavía están en manos del grupo yihadista desde 2014.