GINEBRA, 12 Oct. (Reuters/EP) -
La Organización Internacional para la Migración de Naciones Unidas (OIM) estima que, desde el comienzo de la última crisis migratoria, han muerto en el desierto del Sáhara al menos el doble de inmigrantes que en el Mediterráneo, lo que supondría una cifra aproximada de 30.000 muertos desde 2014, según los propios datos del grupo.
"Un dato con el que no contamos hasta el momento es el del número de muertes en el desierto, pero asumimos, y creo que lo he dicho en alguna ocasión, que la cifra tiene que duplicar, como mínimo, a la del Mediterráneo", ha explicado el director de la OIM para África Central y Occidental, Richard Danzinger.
Danzinger ha querido puntualizar que "se trata de una conjetura" a la que llega tras extrapolar los datos y las informaciones recibidas de los inmigrantes que consiguen llegar a puerto sanos y salvos. Según Giuseppe Loprete, el jefe de la OIM en Níger -- uno de los principales puntos de tránsito y escala previa a Libia --, atraviesan campos de minas a toda velocidad con la esperanza de que no estallen.
"Y de verdad que no quieres quedarte atrapado en Libia", ha añadido Danzinger, quien ha alertado "de que la gente tiene mucho más miedo de vivir en Libia que de morir".
Danzinger sospecha que el elevado número de muertos está provocando que los traficantes de personas estén buscando rutas alternativas, como el norte de Malí, región que por otro lado está plagada de conflictos internos aunque la violencia lleva unos cuantos meses estancada.
Ahora mismo la ruta más segura es la que lleva por la costa oeste de África, a través de Senegal, Mauritania y Marruecos hasta el estrecho de Gibraltar, de ahí que se haya incrementado por esta vía el flujo migratorio.