MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido este viernes de que el sistema sanitario en República Democrática del Congo "está realmente bajo tensión" como consecuencia del "aumento de la violencia, las catástrofes naturales y los brotes de enfermedades", que han "agravado la situación sanitaria" en el este del país.
En total, cerca de 7,4 millones de personas necesitan asistencia médica en el país, según el alto funcionario de Emergencias de la OMS, Jorge Castilla.
Esta "presión" del sistema sanitario deriva de los "brotes superpuestos" de COVID-19, sarampión, polio y viruela, así como del aumento de casos de fiebre amarilla, cólera y paludismo, "debido a las catástrofes naturales recurrentes y a la falta de acceso al agua potable y al saneamiento para las personas que se desplazan", según la Organización.
La actual situación de violencia en la parte oriental del país --en las provincias de Kivu Norte, Kivu Sur e Ituri-- ha propiciado el aumento de los desplazamientos, lo que ha supuesto que casi tres millones de personas en esta región se hayan visto obligadas a abandonar sus hogares desde marzo de 2022.
"Cuando (estas personas) se desplazan, también las enfermedades se desplazan con ellos. El cólera se ha extendido por la zona, y ahora prevalece con 25.000 casos. La zona a la que llegaron tiene el mayor número", ha explicado Castilla.
A ello se suman el hambre y la malnutrición, que también van en aumento. "Hay un aumento de la malnutrición y una brecha cada vez mayor entre las necesidades y la asistencia", ha explicado el funcionario de la OMS.
En total, se estima que 26 millones de personas se enfrentan este año a una inseguridad alimentara aguda, la cifra más alta del mundo, siendo especialmente vulnerables los niños menores de cinco años y las mujeres embarazadas o lactantes.
Además de esta "inseguridad rampante", las necesidades sanitarias se han visto intensificadas a raíz de las inundaciones de principios de año, que mataron e hirieron a cientos de personas y dañaron hasta 36 instalaciones médicas en distintas provincias, aumentando las necesidades sanitarias.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud ha remarcado que los repetido ataques a instalaciones sanitarias por parte de grupos armados también han afectado a la capacidad de prestar asistencia.