LUANDA, 18 Mar. (Reuters/EP) -
La Organización Mundial de la Salud ha elevado a de 50 a 158 muertos el balance del brote de fiebre amarilla que comenzó en diciembre de 2015, según ha informado un responsable de la organización.
La OMS también ha detectado un aumento en los casos de malaria, cólera y diarrea crónica en Luanda y en otras localidades, debidos en parte a una reducción de los servicios sanitarios y de la recogida de basuras, según fuentes de los servicios médicos del país africano.
El brote de fiebre amarilla, que se transmite por la picadura de un mosquito, comenzó en el suburbio de Viana, en Luanda, pero se ha propagado a otras zonas de este país.
El pasado 11 de marzo, el Gobierno angoleño informó de la muerte de al menos 37 personas en el país africano como consecuencia del brote de fiebre amarilla desde diciembre de 2015.
Los síntomas de la fiebre amarilla incluyen fiebre repentina, fuerte dolor de cabeza, náusea, vómitos y fatiga, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades.
MÉDICOS DEL MUNDO DESPLAZA UN EQUIPOA A ANFOLA
Médicos del Mundo ha desplazado un equipo epidemiológico hasta Angola para apoyar la vacunación frente a la fiebre amarilla ante la primera epidemia que está sufriendo este país en 30 años, que ya ha causado más de 150 muertos y 980 casos sospechosos, y reclama más fondos y recursos para evitar que el virus se extienda más.
A pesar de la campaña actual, actualmente todavía hay 4 millones de personas sin vacunar en la capital Luanda y otros 8 millones en las provincias donde la epidemia se ha extendido.
Esta organización ofrece apoyo al Ministerio de Salud angoleño reforzando la vigilancia epidemiológica para la prevención, detección y tratamiento de casos, al tiempo que ofrece formación y equipamiento al personal de vacunación local y a los centros de atención y tratamiento.
"Es imprescindible también utilizar todos los medios posibles de información social, como la televisión, las radios locales y la educación comunitaria, para trasladar a la población las claves para protegerse ante una enfermedad potencialmente mortal", ha destacado Médicos del Mundo en un comunicado.
Su intervención se prolongará durante los meses de marzo y abril, que coinciden con la temporada de lluvias, cuando hay mayor número de mosquitos y más riesgo de que se extienda esta epidemia.
De hecho, el objetivo es trabajar directamente en 10 centros de salud y alcanzar las 36.000 personas beneficiarias directas y 100.000 indirectas, ya que "un diagnóstico erróneo o tardío y un deficiente manejo inicial de los casos reducen drásticamente las posibilidades de supervivencia de las personas afectadas".
Además, defiende la necesidad de conseguir en las próximas semanas fondos para conseguir material sanitario como neveras para la conservación de las vacunas y una correcta gestión de residuos.