GAZIANTEP (TURQUÍA), 21 (Reuters/EP)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha impulsado un curso en Turquía para entrenar a médicos sirios para atender ataques con gas sarín, después de que resultaran contaminados al tratar a las víctimas de un ataque químico hace tres meses.
El pasado 4 de abril, un ataque con gas sarín en la ciudad de Jan Sheijún, en el noroeste del país, dejó alrededor de 100 muertos y unas doscientas personas tuvieron que ser atendidas, según la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
En aquella ocasión las potencias occidentales acusaron de la ofensiva con gas sarín al Gobierno de Bashar al Assad y Estados Unidos respondió con un bombardeo sobre una base aérea siria.
Osama Darwish, médico del hospital Maarat al Numan, unos 20 kilómetros al norte de Jan Sheijún, afirma que "el hospital no estaba preparado". "Ni siquiera teníamos el equipo para que los médicos se protegieran", ha añadido.
En 2014 y 2015 se produjeron tres ataques con gas cloro que el personal médico también tuvo que atender en condiciones poco seguras. Una investigación conjunta de Naciones Unidas y la OPAQ ha declarado a las fuerzas del Gobierno sirio responsables de los ataques. Según estas organizaciones, Estado Islámico también es responsable de ataques con gas mostaza.
Los gases mencionados están prohibidos por el Derecho Internacional. El Gobierno de Siria afirmó haber destruido su arsenal de armas químicas después de un ataque con gas sarín en 2013 cerca de Damasco que mató a cientos de personas.