GINEBRA, 28 Nov. (Reuters/EP) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado varios posibles casos de difteria entre los rohingya que han escapado de la violencia en Birmania y se han refugiado en Bangladesh y ha expresado su temor por el inicio de un brote de una enfermedad potencialmente mortal.
Más de 620.000 personas han huido del estado birmano de Rajine desde finales de agosto, a raíz de varios ataques insurgentes que desencadenaron una fuerte represión por parte de las fuerzas de seguridad. En total, el número de refugiados rohingya en Bangladesh sería ya de unos 820.000.
La OMS, en su último informe sobre las enfermedades de este colectivo, ha confirmado que una mujer de 30 años fue considerada como un posible caso de difteria el 10 de noviembre. Sin embargo, abandonó el tratamiento dos días después y el personal de la agencia no ha podido localizarla.
El 19 de noviembre, un hombre de la misma zona, Balujali, presentó síntomas que encajaban con la difteria, mientras que también enfermó otro miembro de su hogar. El informe de la OMS no ha confirmado la enfermedad a la espera de los análisis de muestras obtenidas mediante exudado faríngeo.
La difteria está provocada por una bacteria que causa problemas en tejidos y órganos y se combate mediante la administración de antitoxinas. Según la OMS, la tasa de mortalidad de esta enfermedad infecciosa puede llegar hasta el 10 por ciento.
Muchos de los refugiados rohingya no han sido vacunados contra la difteria durante la etapa infantil, por lo que la organización ha instado a tomar medidas "para mejorar inmediatamente la cobertura de inmunización", ante el riesgo de que se produzca una epidemia.
RIESGO DE ENFERMEDADES
El cólera es otro de los grandes temores para las organizaciones que atienden a los refugiados rohingya, por lo que se ha llevado a cabo una campaña de vacunación específica. También se ha vacunado a 135.000 niños contra el sarampión y la rubeola, a raíz de la detección de 1.270 casos sospechosos.
Los análisis realizados entre el 18 de septiembre y el 14 de noviembre a los suministros de agua en la zona han concluido que el 82 por ciento de las muestras estaban contaminadas con heces. Entre el 25 de agosto y el 18 de noviembre, once personas han muerto por un cuadro de diarrea aguda que se ha extendido entre casi 46.000 refugiados.
La OMS también ha confirmado en su informe 190 casos de ictericia aguda, al tiempo que ha alertado de un posible brote de hepatitis E que preocupa especialmente en el caso de las embarazadas, entre las cuales la tasa de mortalidad ronda el 30 por ciento.