De llegar a Idlib, la pandemia podría provocar una "devastación inimaginable", subrayan
MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El coronavirus ha llegado esta semana a Siria, donde las autoridades ya han confirmado cinco contagios, pero la gran preocupación de las agencias humanitarias es cómo un país arrasado tras nueve años de conflicto va a hacer frente a esta pandemia que causa estragos en los países más ricos y en particular existe el temor a que pueda llegar al noroeste del país.
"Nueve años de conflicto han dejado a Siria sumida en el caos. No solo muchas personas vulnerables viven en tiendas de campaña y refugios improvisados, sino que la infraestructura civil, incluidos hospitales y centros de atención sanitaria, se han visto diezmados", resume la directora para Oriente Próximo de CARE, Nirvana Shawky.
A esto se suma el que "muchos profesionales de la salud o bien han abandonado el país o se están desplazados" por lo que "ofrecer asistencia médica suficiente a gran escala es casi imposible", subraya. "Si los países desarrollados tienen problemas para responder ante el virus, un brote tendrá consecuencias devastadoras en este país asolado por la guerra, donde millones de personas necesitan ayuda", advierte la responsable de CARE.
Según explica la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) en su último informe de situación sobre Siria, las medidas adoptadas tanto por el Gobierno de Bashar al Assad como por las autoridades de las zonas bajo control rebelde en el noroeste ya están teniendo consecuencias en el día a día de los ciudadanos pero también de las organizaciones humanitarias que trabajan para ayudar a los más vulnerables.
Además de una subida de los precios de los bienes de primera necesidad, de entre el 10 y el 15 por ciento, y cierto desabastecimiento, también se han disparado los precios en todo el país tanto de las mascarillas como los geles hidroalcohólicos, con aumentos de hasta el 5.000 por ciento.
Por otra parte, las agencias de la ONU y las ONG han sufrido demoras y perturbaciones en sus operaciones debido a las medidas preventivas adoptadas. Como resultado de ello, según la OCHA, algunos programas educativos han sido suspendidos al igual que ciertas actividades, incluidas las de apoyo psicosocial.
ACTIVIDADES HUMANITARIAS ALTERADAS
Algunas organizaciones que trabajan en el sector de la salud han indicado que las clínicas móviles y otros servicios han tenido que suspenderse o reducirse ya que sus trabajadores tienen que adoptar las medidas de precaución para evitar el contagio.
La mayoría de las fronteras terrestres han quedado cerradas si bien con algunas excepciones en lo que se refiere a la entrada de envíos comerciales y humanitarios desde Jordania, Turquía y Líbano y al movimiento del personal humanitario de organizaciones internacionales, según la OCHA.
Sin embargo, subraya la responsable de CARE, "las enfermedades no conocen fronteras y un probable brote en Siria superará a la ya abrumada respuesta humanitaria". Por ello, apuesta por "actuar rápido y de forma colectiva, incrementando las medidas de prevención y la transferencia de suministros médicos para ahorrar a los sirios más sufrimiento y evitar una catástrofe humanitaria".
Desde la ONG International Rescue Committee (IRC) advierten de que, dadas las circunstancias, el de Siria "podría convertirse pronto en uno de los brotes más graves en el mundo" y en particular alertan del riesgo de que la pandemia llegue a Idlib, último bastión en manos de los rebeldes y donde actualmente viven unos 3,5 millones de personas.
IDLIB TIENE LAS CONDICIONES PERFECTAS PARA LA PROPAGACIÓN
"Las condiciones en Idlib son perfectas para la propagación de la enfermedad", resalta la directora de campañas de IRC en Oriente Próximo, Misty Buswell. "La falta de comida, agua potable y la exposición al frío ya han dejado a cientos de miles de personas en un frágil estado de salud, lo que les convierte en mucho más vulnerables a una enfermedad que puede propagarse rápidamente como Covid-19", advierte.
Pese a que por ahora no se han confirmado casos en esta parte del país, Buswell no descarta que "la enfermedad ya se esté abriendo camino entre la población". "Sabemos que ya ha sembrado el caos en países con sistemas de salud fuertes, así que la devastación que causará en Idlib es inimaginable", añade, recordando que en 2019 se produjeron 85 ataques contra instalaciones sanitarias y "la mayoría de los hospitales que siguen abiertos son incapaces de afrontar las necesidades que ya existen".
Según IRC, hasta ahora solo se han identificado tres hospitales con UCI para poder atender a los casos confirmados de Covid-19 en el noroeste de Siria. Aunque otros quince van a ser puestos al día, no está claro cuántas camas tendrán, si contarán con respiradores y monitores y cuándo estarán listos para atender a los pacientes críticos.
En los tres hospitales identificados, "hay solo 28 camas en la UCI disponibles, solo diez respiradores para adultos, un respirador pediátrico y solo dos médicos entrenados en cómo usarlos", lamenta Buswell, que incide en que también falta material farmacéutico y no es fácil obtenerlo en el contexto actual de pandemia.