MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y Save the Children han advertido del impacto que los terremotos y el posterior tsunami que golpearon el viernes la isla de Célebes, en Indonesia, han tenido en los niños, muchos de los cuales han quedado separados de sus familias y están completamente traumatizados por lo vivido y la destrucción que les rodea.
Según el último balance oficial, unas 1.200 personas han muerto en la tragedia, mientras que se estima que unos 1,5 millones de han visto afectadas, entre las que habría unos 600.000 menores. Al menos un tercio de estos han perdido a sus familiares, su hogar o medios de vida.
"Cada vez hay más casos de niños y niñas que han sido separados de sus padres por el caos durante la huida, a medida que los edificios se derrumbaban o las olas del tsunami atravesaban las casas y tiendas próximas al mar", ha explicado el director de programas de Save the Children en Yakarta, Tom Howells, en un comunicado. "Lamentablemente, un elevado número de menores ha perdido a sus familias en los últimos días. Es desgarrador", ha reconocido.
"Muchos de ellos han experimentado un trauma y una angustia inimaginables, viendo situaciones que ninguna persona a esa edad debería tener que presenciar jamás: perder a su madre o padre, y ver cómo todo su entorno se derrumba", ha subrayado.
"Estos niños y niñas ahora han pasado tres noches en refugios improvisados o incluso en las calles, con poco acceso a alimentos, medicamentos o apoyo emocional", ha agregado el responsable de Save the Children.
Una preocupación compartida por UNICEF, que subraya la necesidad de localizar cuanto antes a las familias o persona a cargo de estos niños que se han quedado solos.
En este sentido, la agencia de la ONU está trabajando con el Ministerio de Asuntos Sociales de Indonesia para establecer un mecanismo para la búsqueda y reunificación familiar y tiene previsto enviar a 10 trabajadores sociales que apoyarán los servicios sociales que se proporcionen a estos niños, además de material educativo y recreativo para ellos.
"UNICEF Indonesia está haciendo todo lo que puede para responder a los niños y familias afectados en Palu, Donggala y otras áreas afectadas de Sulawesi. Pero las necesidades siguen aumentando y la situación sigue siendo de urgencia", ha explicado la representante interina de UNICEF en Indonesia. "Muchos niños han perdido a sus seres queridos y todo lo que les resulta familiar, y necesitarán recuperar una cierta sensación de normalidad lo antes posible", ha subrayado.
"Estamos trabajando con las autoridades para proporcionar alimento a los bebés y niños pequeños, distribuir agua potable a través de unidades móviles de tratamiento de agua, ayudar a los niños a recuperarse, y reunificar con sus familias a los niños separados y no acompañados", ha explicado la responsable de UNICEF.
La agencia de la ONU estima, en base a las primeras informaciones, que más de 1.000 escuelas han quedado afectadas por la tragedia, lo cual dejaría a más de 142.000 estudiantes sin clase.
PRINCIPALES NECESIDADES
Las ONG coinciden en la importancia de suministrar agua potable a los afectados con el fin de evitar la propagación de enfermedades. En este sentido, UNICEF está trabajando en el despliegue de varias unidades móviles de plantas de tratamiento de agua en las áreas golpeadas por el tsunami y el terremoto.
"Estamos viendo una necesidad urgente de suministros básicos como alojamiento temporal, comida y agua a medida que las personas regresan para ver qué queda de sus hogares y comienzan lo que sin duda será un largo proceso de recuperación", ha explicado Howells, el responsable de Save the Children.
Asimismo, ha subrayado que los problemas de acceso, debido a los daños sufridos por carreteras, puentes y aeropuertos también están impidiendo conocer la magnitud real de esta crisis, algo que podría tardar varios días en resolverse.
Ante el aumento de las necesidades a medida que se conocen más datos de la situación sobre el terreno, Oxfam ha anunciado este lunes que va a ampliar su respuesta para llegar a 500.000 personas con suministros de ayuda esenciales como alimentos listos para comer, kits de purificación de agua y material de refugio y abrigo.
"La magnitud del daño causado por el terremoto y el tsunami es enorme y existe el temor de que muchas personas estén atrapadas bajo edificios caídos, como hoteles y supermercados", ha resaltado la directora humanitaria de Oxfam en Indonesia, Ancilla Bere.
"El desastre también ha dañado o destruido una gran cantidad de casas y las continuas réplicas hacen que muchas personas tengan miedo de regresar a sus hogares. Se cree que más de 300.000 personas están sin hogar", ha añadido en un comunicado, reconociendo que "la falta de acceso y comunicación sigue siendo una gran preocupación".
Acción contra el Hambre también está en contacto con el Gobierno indonesio y sus socios locales con el fin de "tener una mejor comprensión de las necesidades y poner en marcha una intervención de emergencia que incluya nutrición, agua y saneamiento", ha indicado la directora regional de operaciones de Acción contra el Hambre, Shashwat Saraf.