MADRID 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Uganda acoge a más de 1,3 millones de refugiados procedentes de los vecinos República Democrática del Congo y Sudán del Sur y la cifra sigue aumentando, han advertido este lunes 40 ONG, que han apelado a la "responsabilidad compartida" de la comunidad internacional para hacer frente a una de las mayores crisis de desplazamiento del mundo.
Los servicios básicos de educación, atención sanitaria o refugio corren el riesgo de colapsar en enero "si no se aumentan los fondos de forma urgente", según el llamamiento, suscrito por Ayuda en Acción, Médicos del Mundo, Consejo Noruego de Refugiados, Plan International, Save the Children y World Vision, entre otras organizaciones. El plan de respuesta de 2019 solo ha recibido el 39 por ciento de los fondos necesarios.
El director para Uganda del Consejo Danés para los Refugiados, Jean-Christophe Saint-Esteben, ha subrayado que la falta de fondos pone en duda "el compromiso de solidaridad compartida", uno de los pilares del Fondo Mundial sobre los Refugiados que arranca este lunes en Ginebra. "Uganda es un caso de muestra que no puede fracasar", ha señalado este responsable, que teme de las "implicaciones globales" de la respuesta que se dé a este contexto concreto.
La responsable local de Save the Children, Brechtje van Lith, ha señalado que "la falta de fondos ya está teniendo un gran impacto en la capacidad (de las organizaciones) de proporcionar servicios básicos a los refugiados en Uganda, muchos de los cuales han huido de una violencia y una persecución horribles".
"Estamos al borde de una gran crisis. Hay vidas en juego. A principios de 2020, se agotarán los fondos y forzarán el cierre de varios servicios vitales", ha asegurado Van Lith. "No habrá dinero para pagar a los profesores y el personal médico y tendrán que cerrar programas que apoyan a algunos de los refugiados más vulnerables", ha lamentado.
En concreto, el dinero con el que se pagan los sueldos de más de mil profesores se agotará en cuestión de semanas, lo que amenaza la educación de hasta 100.000 niños. Además, al menos 200 trabajadores médicos podrían perder su empleo en enero, mientras que las ONG prevén el cierre de al menos 89 espacios de amigos de la infancia.
Entre las preocupaciones de las ONG también se cuenta el saneamiento, habida cuenta de que en algunos campos la cifra de letrinas no llega al 50 por ciento del nivel considerado seguro, y la alimentación, puesto que las tasas de desnutrición han crecido en los últimos años. La desnutrición aguda en algunos enclaves ronda ya al 14 por ciento, cerca del umbral considerado de emergencia.