MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
El fin de la epidemia de ébola en África Occidental ha despertado la satisfacción generalizada del colectivo humanitario, que también alerta de que no es momento de bajar la guardia y ha llamado a atender a las miles de personas que han sufrido, directa o indirectamente, los efectos del virus.
Plan International ha recordado que el riesgo de que se produzcan nuevos contagios aún persiste y ha llamado a no caer en la "complacencia". El director general de la ONG en Liberia, Koala Oumarou, ha hecho hincapié en que "es necesario seguir alerta para eliminar la posibilidad de que esta enfermedad mortal reaparezca".
"Las comunidades de Liberia todavía tienen que ser cautas y mantener prácticas básicas de higiene para evitar nuevos casos", ha alertado Oumarou.
Plan International ha pedido que la infancia sea la principal prioridad en la fase de recuperación, toda vez que los menores afectados deberán luchar durante mucho tiempo para recuperar la normalidad. No en vano, más de 22.000 se han quedado huérfanos por el virus.
El director regional del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Manuel Fontaine, ha recordado que "muchas personas continúan sufriendo, especialmente los niños cuyas vidas han quedado aún más vulnerables debido al virus".
La mayoría de estos niños han terminado acogidos por familiares cercanos o miembros de su propia comunidad, pero UNICEF ha instado a extender la asistencia a estos menores con ayudas económicas, apoyo escolar, ropa y alimentos, especialmente durante lo que ha denominado "periodo de transición".
Además, más de 1.200 niños han sobrevivido a la enfermedad y, ahora, se enfrentan a retos médicos y sociales. Fontaine ha apuntado que, para miles de menores, "el ébola ha supuesto una experiencia aterradora" y ha pedido que se les ayude para pasar página a los "efectos devastadores" que aún arrastran en sus vidas.
LECCIONES
La directora de Plan International España, Concha López, ha defendido que "ahora es importante seguir trabajando e invirtiendo fondos en reformas estructurales para fortalecer los sistemas de salud de estos países", al tiempo que ha instado a tener en cuenta que, para Liberia, Guinea y Sierra Leona, la epidemia "ha supuesto la pérdida de medios de vida y el empobrecimiento".
En la misma línea, la presidenta internacional de Médicos Sin Fronteras, Joanne Liu, ha señalado que es "un día de celebración y de alivio" pero, al mismo tiempo, una oportunidad para "aprender de la experiencia y dar una mejor respuesta en las futuras epidemias".
"La respuesta al ébola no se vio limitada por la falta de medios internacionales, sino por la falta de voluntad política", ha lamentado la responsable de MSF, en un comunicado en el que ha recriminado que, 40 años después de la primera epidemia, siga sin haberse invertido en investigación lo suficiente como para hallar un tratamiento "eficaz".
Lo que era un "problema de países africanos" se expandió a otras partes del mundo, ha recordado el experto de MSF Luis Encinas, para quien resulta "llamativo" que países como España hayan dedicado más recursos a luchar contra el ébola dentro de sus fronteras que en origen.
VÍCTIMAS
Todas las organizaciones han coincidido en felicitar a las personas que, sobre el terreno, han tratado de poner freno a una epidemia "devastadora" y "sin precedentes". Liu ha mencionado expresamente a los profesionales médicos que perdieron la vida "en la primera línea de la batalla".
La epidemióloga Hilde de Clerck, que trabajo para MSF en los tres países más aectados, ha considerado un "honor" haber participado en este despliegue, pero también ha lamentado la falta de colaboración. "Nos dejaron a nuestra suerte y sentíamos que íbamos corriendo constantemente detrás del ebola; intentando infructuosamente alcanzar su ritmo", ha relatado.