ROMA 13 Sep. (Reuters/EP) -
La ONG Médicos para los Derechos Humanos (MEDU) ha alertado este martes sobre un aumento del número de solicitudes de asilo rechazadas por las autoridades italianas, indicando que podría deberse a una "estrategia política" para evitar nuevas llegadas.
Italia ha rechazado más del 60 por ciento de las solicitudes de asilo presentadas este año, un 2 por ciento más que en 2015 y un 21 por ciento más que en 2014, según ha señalado MEDU, que ha informado de que sólo el 10 por ciento de los inmigrantes provenientes de África Occidental han indicado haber abandonado sus hogares por razones económicas.
Según MEDU, que ha entrevistado a 1.000 inmigrantes africanos, la mayoría han acudido a Italia huyendo de la violencia, la persecución y la guerra. "Si los inmigrantes están dispuestos a morir en el intento de llegar a Europa es porque no tienen otra alternativa", ha aseverado el coordinador de MEDU, Alberto Barbieri.
Más del 90 por ciento de los entrevistados han afirmado haber sido víctimas de tortura y malos tratos, ya sea durante el trayecto o en sus lugares de origen, según ha denunciado MEDU. Italia, que supone uno de los principales destinos de los inmigrantes, además de uno de los países más afectados por la crisis de refugiados, ha recibido a más de 400.00 personas desde principios de 2014.
Desde el inicio de la crisis, miles de personas han muerto en aguas del Mediterráneo. Este año han fallecido más de 3.000 personas, según fuentes oficiales. Unas 40 comisiones territoriales evalúan en Italia las solicitudes de asilo y se encargan de entrevistar a los solicitantes.
Las decisiones de las mismas pueden ser apeladas. Sin embargo, mientras son tramitadas, los inmigrantes permanecer en un limbo legal que se puede prolongar años. Según MEDU, existen sospechas de que la comisión nacional de asilo, encargada de supervisar las comisiones territoriales, busca disminuir el número de refugiados para frenar las llegadas al país.
"El aumento de las solicitudes rechazadas puede ser entendido como resultado de una estrategia política para desmotivar a los inmigrantes en aras de hacer descender el número de personas que llegan a Italia", ha afirmado Barbieri.