ROMA 9 Ago. (Reuters/EP) -
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha denunciado la situación que viven cientos de agricultores en el noroeste de Nigeria, donde son acosados por Boko Haram y no pueden cultivar sus cosechas, y ha advertido de que, si la comunidad internacional no es capaz de conseguir que estas personas se aseguren de nuevo un medio de vida, podría producirse un fenómeno de radicalización aún más grave en la región.
Los milicianos de Boko Haram han impedido el desarrollo de actividades como la pesca, la ganadería, la agricultura y el comercio en los estados de Borno, Yobe y Adamawa mediante el uso de la violencia desde que tomaron el control de la zona en 2012. A pesar de que el año pasado las fuerzas del Gobierno recuperaron la región, la organización terrorista sigue atacando a la población civil.
La mejora de las tensiones en el área ha permitido por fin que la comunidad humanitaria tenga acceso a los más de siete millones de personas que necesitan asistencia humanitaria con urgencia, de las cuales se estima que más de tres millones se encuentran en situación de grave inseguridad alimentaria.
En el caso de que la comunidad internacional fracase a la hora de ayudar a estas comunidades a reconstruir su economía rural y a mejorar su situación humanitaria, la región podría tener que enfrentarse a una radicalización por parte de los más jóvenes, debido a la frustración que provocaría su mala situación y a una nueva oleada de violencia, según ha advertido el PMA.
"Si perdemos esta oportunidad, perpetuaremos la necesidad de estas comunidades de tener asistencia alimentaria. Crearemos dependencia", ha declarado la directora de la División de Emergencia y Rehabilitación del PMA, Dominique Burgeon. "Si creas frustración, dejas la puerta abierta a todo tipo de descontento, incluyendo la radicalización y la afiliación a grupos armados entre los jóvenes", ha añadido.
MÁS DE 250.000 NIÑOS AFECTADOS
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ya avisó el mes pasado de que alrededor de unos 250.000 niños en el estado de Borno sufren las consecuencias de la inseguridad alimentaria en la región, con miles de casos de desnutrición severa.
Las agencias humanitarias tienen ahora "una oportunidad crítica de abordar los alarmantes niveles de inseguridad alimentaria del noroeste de Nigeria", ha dicho el coordinador de Respuesta y Emergencia del PMA en Nigeria, Tim Vaessen.
El PMA ya ha distribuido semillas a más de 120.000 agricultores en la zona, para que cultiven sus cosechas durante los meses de lluvias. Se estima que los cultivos podrán ser recolectados en septiembre, y los expertos esperan que esas cosechas proporcionen alimento suficiente a las familias durante los próximos 10 meses.
La agencia de Naciones Unidas quiere proporcionar asistencia a unos 380.000 agricultores de la región, para que también puedan cultivar durante la estación seca mediante sistemas de regadío.
CRISIS EN EL LAGO CHAD
Boko Haram controlaba una extensión de territorio en el noroeste de Nigeria del tamaño de Bélgica a finales de 2014, pero las tropas nigerianas expulsaron a la mayoría de los milicianos de la región con ayuda de varios gobiernos vecinos a principios de este año.
Más de 9 millones de personas se encuentran en situación de emergencia humanitaria en la cuenca del lago Chad, que comprende Nigeria, Chad. Camerún y Níger.
El subsecretario general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios y Coordinación de Ayuda de Emergencia, Stephen O'Brien, habló ante el Consejo de Seguridad sobre la gravedad de la situación. "Lo que hemos descubierto y evaluado es profunda y angustiosamente alarmante, incluso para aquellos de nosotros que ya hemos presenciado situaciones de crisis humanitaria tan graves como esta", declaró.
O'Brien advirtió de que el período de carestía --los meses entre cosecha y cosecha-- que pone en riesgo de inseguridad alimentaria y desnutrición a millones de personas en la cuenca del lago Chad está a punto de comenzar, lo que agrava la situación de la población de la zona y la hace mucho más urgente.