MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha advertido este martes de que los hospitales apenas funcionan en la región etíope de Tigray, donde acechan la hambruna y el potencial brote de enfermedades.
Pese al anunciado de alto el fuego en la región por parte del Gobierno etíope, la ONU ha expresado su preocupación por la situación "incierta", especialmente en la capital, Mekelle, donde el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) denunció recientemente un saqueo de sus equipos por parte del Ejército.
Al respecto, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha manifestado alerta por los últimos acontecimientos y la "falta de comunicación" y la interrupción de la red eléctrica y telefónica.
"Pedimos calma y moderación y hacemos un llamamiento a todas las partes en el conflicto para que cumplan con el derecho internacional para proteger a los civiles, incluidas las personas que han sido desplazadas, y para garantizar que los trabajadores humanitarios puedan seguir ejerciendo sus funciones y llegar a tantas personas como puedan", ha apuntado el portavoz de ACNUR, Boris Cheshirkov.
Ante la situación, el portavoz de la Organización Mundial para la Salud (OMS), Tarik Jasarevi, ha indicado que están "tomando medidas" para "reforzar la seguridad y el bienestar del personal".
"Estamos preocupados por el potencial brote de cólera, sarampión y malaria en la región", ha precisado, para añadir que, además, Tigray "se encuentra en el cinturón de la meningitis y está en riesgo de brotes de fiebre amarilla".
En este sentido ha alertado de que los hospitales apenas funcionan cuando son necesarios para la atención ante esta situación y ante la hambruna "que se avecina", así como frente al "riesgo muy real" de futuras epidemias "más grandes" por la falta de alimentos, agua potable y alojamiento seguro.