NUEVA YORK 29 Nov. (Reuters/EP) -
El relator especial de Naciones Unidas para la prevención del genocidio, Adama Dieng, ha advertido este martes a las nuevas autoridades birmanas que su reputación "está en juego" por el trato que otorgan a la minoría rohingya.
Cientos de rohingya han huido hacia Bangladesh en medio de las denuncias de abusos por parte de las fuerzas de seguridad. Esta crisis supone un gran reto para la premio Nobel de la Paz Aung Sang Suu Kyi, que ejerce de presidenta en la sombra.
Dieng ha instado al Gobierno a "verificar estas acusaciones con carácter de urgencia" y a permitir el acceso de organizaciones humanitarias a la zona, hasta ahora vetado. "Si son ciertas, las vidas de miles de personas están en riesgo", ha enfatizado.
El experto de la ONU ha subrayado también que "la reputación de Birmania, de su nuevo Gobierno y de sus Fuerzas Armadas está en juego". "Birmania necesita demostrar su compromiso con los Derechos Humanos de todos sus habitantes y con el Estado de Derecho", ha reclamado.
Los soldados birmanos han aumentado su presencia en el límite entre Birmania y Bangladesh en respuesta a un ataque perpetrado el pasado 9 de octubre contra la guardia fronteriza que se saldó con nueve muertos y que las autoridades han atribuido a los rohingya.
Organizaciones de defensa de los Derechos Humanos y residentes locales han denunciado que, en represalia, las fuerzas de seguridad han violado a mujeres rohingya, quemado casas y locales de esta comunidad, e incluso matado a varios de sus miembros.
Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en el estado birmano de Rajine. El Estado birmano no les reconoce el estatus de ciudadanos porque les considera descendientes de inmigrantes ilegales de Bangladesh.
Diang ha pedido al Gobierno que "encuentre de una vez por todas una solución sostenible a la situación de los rohingya y otras minorías étnicas y religiosas, una solución que respete los estándares internacionales sobre Derechos Humanos".