MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El relator especial para la situación de los Derechos Humanos en Birmania, Tom Andrews, ha advertido este viernes de que teme que se produzcan "más crímenes masivos atroces" por parte de la junta militar en el norte del país, donde se están acumulando tropas y armamento pesado.
"Espero desesperadamente equivocarme", ha lamentado el relator durante un discurso ante un comité sobre Derechos Humanos en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Según Andrews, la acumulación de soldados y armamento "recuerda ominosamente a (...) los ataques genocidas de los militares contra los rohingyas" en los años 2016 y 2017.
Además, la enviada especial de la ONU en Birmania, Christine Schraner Burgener, ha pedido al líder de la junta militar birmana, Min Aung Hlaing, que abandone el poder y se lo devuelva al gobierno civil.
Ante el mismo comité, Schraner Burgener ha asegurado que no ve "un futuro estable ni viable" para el país bajo el liderazgo de los militares, recoge el medio Voice of America.
Por su parte, Andrews ha pedido a los países miembro de la ONU que "aumenten la presión económica" sobre la junta militar, estableciendo sanciones contra la industria del gas y el petróleo, que es la principal fuente de ingresos de la junta, según el relator.
Además, ha solicitado a la ONU que apruebe una resolución prohibiendo la venta de armas a Birmania, y que continúe negándole legitimidad a la junta, como ha hecho la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN) al suspender la participación de Min Aung Hlaing en la cumbre regional que se celebrará a finales de este mes.
Andrews ha recordado que desde el golpe de Estado del pasado 1 de febrero, en el que los militares depusieron a la entonces 'líder de facto' de Birmania, Aung San Suu Kyi, y tomaron el poder, han muerto más de 1.100 civiles y se han registrado más de 8.000 detenciones arbitrarias.
El relator teme ahora por la situación de algunos grupos de civiles que se han reunido en el norte del país para combatir contra los militares en lo que califica de un "acto desesperado" ante la inacción de la comunidad internacional. Estos grupos de civiles serían el objetivo detrás de la acumulación de tropas en el norte, ha advertido.