El convoy humanitario con ayuda de esta semana detectó un aumento de la desnutrición entre los niños
MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
La ONU ha advertido este viernes de que la situación en el enclave de Ghuta Oriental, controlado por los rebeldes sirios y asediado por las fuerzas del presidente Bashar al Assad, podría ser "más grave de lo que se pensaba" a tenor de lo visto por el convoy humanitario de Naciones Unidas y la Media Luna Roja que consiguió visitar esta semana una de las localidades.
Este miércoles, el convoy humanitario consiguió acceder a Ghuta Oriental por primera vez en 78 días, repartiendo asistencia para 7.200 personas en la localidad de Nashabié. "Aunque damos la bienvenida a este hecho, es absolutamente insuficiente", ha subrayado el coordinador humanitario de la ONU para Siria, Alí al Zaatari, ya que las personas que se beneficiarán de esta ayuda solo suponen "el 2,6 por ciento de las 272.500 que la necesitan". La ONU estima que en Ghuta Oriental viven unas 400.000 personas.
Según ha explicado, entre la ayuda que las agencias humanitarias consiguieron hacer llegar a esta localidad de Ghuta Oriental tras el visto bueno de las autoridades sirias no había otro material necesario como "agua y saneamiento", mantas, coberturas de plástico y kits de cocina, así como material educativo.
Lo que el equipo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se encontraron durante la visita, según el responsable, fue "una población cansada y exhausta tras largos meses de aislamiento" y que las familias se ven obligadas a "saltarse las comidas, en algunos casos con una única comida al día".
"Si Nashabié es una muestra de las comunidades necesitadas, entonces la situación es mucho más grave de lo que se imaginaba", ha subrayado el coordinador humanitario, defendiendo la necesidad de poder acceder a la población necesitada en Siria, "estén donde estén".
Aunque algunos bienes básicos siguen estando disponibles en los mercados, se están agotando y los precios son altos, mientras que las cestas de ayuda entregadas deberán compartirlas entre cinco familias, "lo cual no será suficiente para apoyarles durante mucho tiempo", ha subrayado Al Zaatari.
El responsable de la ONU ha puesto el acento en el impacto que los crecientes niveles de inseguridad alimentaria están teniendo en los niños. El equipo que visitó la localidad vio "un número de casos de desnutrición aguda severa" y los trabajadores del hospital de Shofiniyé detectaron en las dos últimas semanas 69 casos de desnutrición aguda y 127 niños en riesgo entre los 317 que analizaron.
Por otra parte, según ha precisado, el 25 por ciento de los partos se realizan actualmente por cesárea, "probablemente causado por la desnutrición entre las mujeres y su falta de fuerzas para un parto natural".
Además, las instalaciones sanitarias se están quedando sin suministros clave y el equipo de la ONU pudo comprobar que había anestesia caducada, cuyo uso ha provocado ya dos muertes. También se han detectado casos de enfermedades transmisibles como tuberculosis, fiebre tifoidea y sarna, mientras que las vacunas se están agotando, ha añadido.
"La escalada en las hostilidades en las dos últimas semanas también ha provocado que la gente huya de sus hogares", en algunos casos para terminar en otros igualmente inseguros, ha subrayado Al Zaatari, reiterando el llamamiento de la ONU a todas las partes y a quienes tienen influencia sobre ellas a que permitan el acceso humanitario sin restricciones a quienes lo necesitan y accedan a un cese de las hostilidades durante un mes.