MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha alertado del "aumento significativo" de artefactos explosivos improvisados en República Centroafricana (RCA), especialmente en el norte del país.
Así, la Misión Unidimensional Integrada de Naciones Unidas para la Estabilización en República Centroafricana (MINUSCA) ha puesto en conocimiento que tres de los cinco registrados este año han explotado contra sus vehículos.
En este contexto, la misión considera que el grupo rebelde 3R, activo en esta zona de RCA, ha sido responsable de sucesivos ataques contra las fuerzas de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas y las Fuerzas Armadas centroafricanas, tal y como ha explicado en conferencia de prensa el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stephane Dujarric.
De igual modo, República Centroafricana sigue representando una preocupación en materia humanitaria para el organismo internacional, y es por esto que la coordinadora de la ONU en este asunto, Denise Brown, se encuentra en el país "desde hace unos días".
"Ha dicho que, tras la llegada de combatientes armados a la localidad (Boyo), hay denuncias de asesinatos, casas incendiadas y robo de recursos agrícolas", ha explicado Dujarric, que finalmente ha añadido que MINUSCA "ha desplegado fuerzas de paz" en la zona a fin de "proteger a la población".
Estas acusaciones y alertas de Naciones Unidas se dan apenas 24 horas después de que informase de la muerte de dos personas en una "manifestación violenta" celebrada este fin de semana en la capital del país, Bangui, donde también se registraron otros cinco heridos.
Por otro lado, el organismo señaló que en la ciudad de Paoua, en la prefectura de Ouham-Pendé, las fuerzas de paz de la ONU "permanecen en alerta máxima" tras alertar de que "combatientes armados" atacaron la aldea de Nzmari, dejando a dos civiles heridos y varias viviendas en llamas.
Además, un campamento de desplazados situado en la localidad de Alindao, en la región de Bajo Kotto (sur), fue el martes escenario de un incendio que causó grandes daños materiales, sin que por el momento haya informaciones sobre víctimas.
Testigos citados por el portal centroafricano de noticias Corbeau News indicaron que alrededor de 1.500 alojamientos fueron destruidos por las llamas.
República Centroafricana es escenario de un recrudecimiento del conflicto desde diciembre de 2020 debido a la eliminación de la candidatura a las presidenciales del exmandatario Franois Bozizé, quien abandonó el cargo en 2014 ante el levantamiento de los rebeldes de Séléka, predominantemente musulmanes.
Tras ello, varios grupos armados integrados en la Coalición Patriotas por el Cambio (CPC) --entre ellos algunos firmantes del acuerdo de paz de 2018-- lanzaron una ofensiva que les llevó a alcanzar los alrededores de la capital, si bien fueron finalmente repelidos.
El presidente, Faustin-Archange Touadéra, anunció el 15 de octubre un alto el fuego unilateral, tras lo que la Presidencia matizó que la decisión afectaba a aquellos rebeldes "que hayan depuesto las armas", después de que elementos de Retorno, Reclamación y Rehabilitación (3R) y la Unidad para la Paz en Centroáfrica (UPC) se mostraran reticentes al anuncio.
Desde entonces se han registrado enfrentamientos esporádicos e incluso la MINUSCA intervino a finales de diciembre para expulsar a cerca de 200 miembros la UPC de la localidad de Boyo, escenario a principios de mes del asesinato de cerca de 15 civiles.