MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
El jefe de la Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS), David Shearer, ha advertido de que los combates que se vienen registrando en el estado de Alto Nilo, en el norte del país, han alcanzado "proporciones preocupantes".
Según ha explicado un portavoz de la UNMISS, lo que comenzó como un intercambio de disparos entre el Ejército sursudanes y la milicia opositora Aguelek en la orilla occidental del Nilo, se ha extendido geográficamente y se ha observado la llegada de suministros militares a la zona.
La UNMISS ha indicado que el miércoles recibió informaciones de hostilidades entre el Ejército sursudanés y las fuerzas opositoras en Owachi y Tonga, en el condado de Panyinkang.
Las operaciones militares en la orilla occidental del Nilo se están produciendo en una zona en la que la población, principalmente de la etnia shilluk, se está viendo obligada a abandonar sus hogares, ha precisado el portavoz, subrayando que la localidad de Wau Shilluk, en torno a la que se han producido los combates, estaría desierta.
Además, ha destacado, los trabajadores humanitarios han sido evacuados y no se está ofreciendo asistencia a la población.
Por su parte, un portavoz del Ejército sursudanés ha negado que se hayan producido combates en los últimos días en la zona mencionada por la UNMISS.
"Lo que ocurrió fue que hace tres días nuestras fuerzas invadieron Renk. Así que no fue la orilla occidental, está muy lejos de la orilla occidental", ha comentado el portavoz militar el general de brigada Lul Ruai, citado por Reuters.
La rivalidad entre el presidente, Salva Kiir, de etnia dinka, y el exvicepresidente y líder rebelde Riek Machar, que es nuer, se tradujo en un primer conflicto en diciembre de 2013, cuando el presidente del país decidió cesar a Machar como su 'número dos'.
El conflicto entre los dos bandos terminó con un acuerdo de paz firmado en agosto de 2015 y que implicaba el regreso de Machar a para que volviera a ser nombrado vicepresidente del país, nombramiento que llegó en abril de 2016. Sin embargo, en julio se produjo un nuevo rebrote de violencia que no ha remitido aún.
Las palabras del jefe de la UNMISS se producen después de que este martes el asesor especial de Naciones Unidas para la prevención del genocidio, Adama Dieng, expresara su "gran preocupación" por el alto grado de violencia registrado en varias zonas de Sudán del Sur.
En su comunicado, Dieng dijo que, pese al compromiso de Kiir de poner fin a la violencia, se siguen registrando enfrentamientos, con el riesgo de que la situación derive en atrocidades masivas. Así, detalló que más de 52.000 sursudaneses huyeron en enero a Uganda.