MADRID 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha advertido este martes de que la ofensiva contra el grupo yihadista Estado Islámico en la ciudad siria de Raqqa, su bastión en el país, supone "una gran preocupación" para la seguridad de 400.000 personas que necesitan la entrega de ayuda.
El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stephane Dujarric, ha indicado que entre estas personas figuran alrededor de 150.000 desplazados internos.
"La mayoría de la población de Raqqa hace frente a problemas críticos a la hora de hacer frente a sus necesidades inmediatas", ha dicho, recordando que el último convoy de la ONU entró en la ciudad en octubre de 2013.
Por ello, ha recordado a las partes implicadas en la ofensiva su obligación de proteger a los civiles, resaltando que la ONU y sus socios "planean responder a las necesidades de los desplazados a través de la vía más apropiada".
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición rebelde compuesta mayoritariamente por las milicias kurdo-sirias de las Unidades de Protección Popular (YPG), han afirmado este mismo martes que la ofensiva "va según el plan".
La ofensiva, llamada 'Éufrates Enfurecido', cuenta con la participación de la coalición internacional que encabeza Estados Unidos, encargada de dar "cobertura aérea" a las FDS.
En este sentido, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, aplaudió el domingo el inicio de las operaciones "para liberar Raqqa del bárbaro yugo de Estado Islámico".
"Como en Mosul, la lucha no será fácil, y hay un duro trabajo por delante, pero es necesario para poner fin a la ficción del califato de Estado Islámico y acabar con la capacidad del grupo para llevar a cabo atentados contra Estados Unidos, nuestros aliados y socios", dijo.
Así, recalcó que "la coalición internacional continuará haciendo todo lo posible para permitir a las fuerzas locales en Irak y Siria que den una merecida derrota definitiva a Estado Islámico".