MADRID 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
El subsecretario general de Derechos Humanos de la ONU, Andrew Gilmour, ha alertado sobre "la necesidad primordial de aumentar la protección de los defensores de Derechos Humanos en Honduras", tras finalizar una visita al país con motivo del reciente establecimiento de una oficina de Derechos Humanos de la ONU en Tegucigalpa.
En su visita de tres días, Gilmour se ha reunido con altos funcionarios del Estado, representantes de la sociedad civil, embajadores y el equipo de la ONU en el país. Gilmour ha subrayado el trabajo esencial que está llevando a cabo la Misión de Apoyo a la Lucha contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), una iniciativa de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Comisionado Nacional de Derechos Humanos.
El subsecretario general también ha expresado su alegría por el fortalecimiento de las relaciones con las instituciones de Honduras y ha explicado que el objetivo de la Oficina de la ONU es apoyar al Gobierno hondureño en la protección de los Derechos Humanos en un entorno de seguridad que actualmente supone un desafío.
"Estamos orgullosos de que reconozca cada vez más el vínculo directo entre la corrupción y los abusos de los Derechos Humanos", ha dicho Gilmour, quien ha denunciado que "las concesiones sobre tierras o recursos naturales se conceden injustamente, sin consultar a las comunidades indígenas".
Además, Gilmour ha felicitado al Gobierno de Honduras por las recientes medidas adoptadas por el Gabinete, como la creación de un Mecanismo Nacional de Protección para los Defensores de Derechos Humanos y la conversión del Viceministerio de Derechos Humanos en un Ministerio.
Tras reunirse con los líderes de diversas ONG, Gilmour ha declarado que estaba particularmente preocupado por la violencia que se perpetúa contra los activistas, tanto de Derechos Humanos como de mujeres, la comunidad LGBTI, la tierra y los pueblos indígenas. "Están haciendo un tremendo servicio para el futuro a largo plazo de Honduras y no deberían ser atacados, castigados o estigmatizados", ha sostenido.
Asimismo, Gilmour ha llamado la atención sobre la impunidad generalizada en el país, los altos niveles de violencia, el aumento de la militarización de la seguridad pública, el acceso restrictivo a la planificación familiar y el aumento inquietante de los feminicidios y la violencia contra las mujeres en general.
Por último, ha subrayado la importancia de abrir espacios para el diálogo, proporcionar acceso a la información y fomentar la participación ciudadana en la política, recordando que son elementos clave de una sociedad democrática, y ha animado al Gobierno a considerar a los defensores de los Derechos Humanos como aliados y agentes útiles para el cambio.