Los camiones comienzan a llegar al campamento de Zamzam, escenario de una crisis de hambruna que afecta a más de 500.000 personas
MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA) ha anunciado este viernes la puesta en marcha de un gran convoy de ayuda humanitaria formado por más de 700 camiones que se dirigen ya a las zonas más remotas de Sudán, donde la devastadora guerra entre el Ejército y los paramilitares ha provocado incluso situaciones nunca vistas en años como la declaración de un estado de hambruna en el campo de desplazados de Zamzam, en el oeste del país.
Los camiones transportan cerca de 17.500 toneladas de comida, suficiente como para alimentar a un millón y medio de personas en los 14 "puntos críticos" identificados por todo el país, Zamzam entre ellos, donde sobrevive medio millón de personas. Allí ha llegado este viernes el primer convoy de ayuda, según ha podido confirmar el PMA a través de su comunicado.
La mitad de la población mundial en situación de alerta por hambruna catastrófica se encuentra ahora mismo en Sudán, y 4,7 millones de niños menores de cinco años y mujeres embarazadas o en estado de lactancia sufren de malnutrición aguda.
El PMA proporciona detalles exactos sobre tres convoyes, comenzando por el de Zamzam, que atravesó el 9 de noviembre el cruce de Adre, por la frontera con Chad, que lleva 150 toneladas métricas para 12.500 personas y ha llegado este mismo viernes al campamento. El segundo convoy al campo de desplazados partió el pasado 12 de noviembre con 330 toneladas para 27.400 personas y de momento no tiene fecha de llegada, como tampoco la tiene el tercer convoy que salió en dirección a Kordofán del Sur el 12 de noviembre con 210 toneladas métricas para 10.000 personas.
El convoy que ha alcanzado este viernes Zamzam es el primero que llega al campamento desde que se confirmó la hambruna en agosto en medio de un estado de caos absoluto por el asedio de los paramilitares a la cercana capital del estado de Darfur Norte, El Fasher.
El director regional del PMA para Sudán, Laurent Bukera, ha recordado que su equipo "trabaja las veinticuatro horas del día para garantizar que las familias de Sudán reciban los alimentos necesarios para sobrevivir" y describe el plan de su agencia como una iniciativa "cuyo éxito hace falta desesperadamente".
EL NRC AVISA DE UNA "CUENTA ATRÁS A UN COLAPSO TOTAL"
Por su parte, el secretario general de la ONG Consejo Noruego para los Refugiados, Jan Egeland, ha terminado una visita al país con un mensaje de extrema alarma sobre la situación en un país que se encuentra ya en una "cuenta atrás incesante a un colapso total".
Aunque no hay cifras exactas sobre el número de víctimas provocadas por el conflicto, Egeland tiene constancia de que, solo el mes pasado, más de 2.500 personas murieron en la región de Darfur y otras 250.000 acabaron desplazadas, siempre según las estimaciones más conservadoras.
Representantes de comunidades locales han explicado al responsable humanitario de un abanico de atrocidades: poblados enteros exterminados, mujeres violadas y civiles ejecutados que conforman el "panorama de tierra quemada que es Sudán en 2024"; un conflicto que recuerda al ocurrido hace 20 años excepto que ahora la comunidad internacional parece haberse desentendido por completo del mismo "cuando entonces había presidentes y primeros ministros" intentando arreglar la situación.
A pesar de las necesidades urgentes, ambas partes en el conflicto continúan bloqueando el acceso a la ayuda. "Esto no es un accidente", ha indicado Egeland, quien ha responsabilizado por igual a paramilitares y Ejército.
"Las Fuerzas de Apoyo Rápido y las Fuerzas Armadas Sudanesas no pueden utilizar el hambre como arma. Cada retraso, cada camión bloqueado, cada autorización retrasada es una sentencia de muerte para las familias que no pueden esperar un día más para recibir comida, agua y refugio. Es moralmente indefendible", ha lamentado.