MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha aplaudido este miércoles la abolición de la pena de muerte en Mongolia, afirmando que se trata de "un paso adelante en la lucha por las garantías fundamentales de todas las personas".
En su comunicado, Al Hussein ha sostenido que la decisión "es un ejemplo claro y alentador de los avances positivos en la lucha por los Derechos Humanos, incluidos los de las personas condenadas por crímenes muy graves".
"Ni los actos más atroces deben privarnos de nuestros principios fundamentales de humanidad", ha remachado. Mongolia se ha convertido así en el número 105 en poner fin a la pena de muerte, mientras que otros 60 estados tienen aprobadas moratorias de la pena capital o no han realizado ejecuciones en los últimos diez años.
La decisión fue adoptada la semana pasada por el Parlamento después de una votación a favor de un Código Criminal que abole la pena de muerte para todos los crímenes. Esta legislación entrará en vigor en septiembre de 2016.
El presidente de Mongolia, Tsakhiagin Elbegdorj, conmutó en 2010 todas las penas de muerte y anunció una moratoria a todas las ejecuciones. En 2012, el país ratificó un tratado internacional sobre la abolición de la pena de muerte.
El mandatario ha afirmado en numerosas ocasiones que el país debe abandonar la pena de muerte para confirmar su respeto al derecho a la vida, argumentando que la amenaza de la ejecución no tiene un efecto disuasorio.
Por su parte, la organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) expresó su satisfacción por la decisión de Mongolia y resaltó que "la pena de muerte está convirtiéndose en una cosa del pasado en todo el mundo".
"Mongolia ha dado un ejemplo que esperamos que sea seguido rápidamente en todo Asia. Se ha presentado un claro camino a los países que siguen llevando a cabo ejecuciones para que pongan fin a este castigo cruel e inhumano", dijo Roseann Rife, directora de Investigaciones de AI para Asia Oriental.