Actualizado: jueves, 8 octubre 2015 4:21


MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

El enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Ismail Ould Cheij Ahmed, ha dado la bienvenida este miércoles al compromiso de los rebeldes huthis con el plan de paz del organismo internacional para poner fin al conflicto.

La resolución, adoptada con catorce votos a favor y la abstención de Rusia, reclama a los rebeldes que se retiren de todas las áreas que tomaron durante el conflicto, devuelvan las armas capturadas al Ejército y el resto de fuerzas de seguridad, cesen sus acciones en las zonas bajo autoridad del Gobierno y cumplan con las resoluciones previas.

El texto pide además a las partes en conflicto que cumplan con la Iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), así como con su mecanismo de aplicación, además de respetar los resultados del proceso de diálogo y las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad de la ONU.

Estos pilares son la base para las conversaciones de paz, destinadas a continuar con la transición política y alcanzar una solución de consenso que restablezca la paz y la seguridad en el país.

Este mismo miércoles, el partido del expresidente yemení Alí Abdulá Salé, uno de los principales actores en el conflicto en el país, ha informado que acepta los términos del plan de paz propuesto por la ONU en las conversaciones que se están celebrando en Omán.

El presidente yemení, Abdo Rabbu Mansur Hadi, ha descartado un acuerdo hasta que los huthis y las fuerzas de Salé apliquen una resolución de la ONU y abandonen las ciudades y entreguen las armas. Sin embargo, también ha dicho que su Gobierno se uniría a las conversaciones patrocinadas por la ONU si los huthis aceptan públicamente la resolución.

La crisis política en Yemen, fruto de las disputas internas no resueltas con la caída del Gobierno de Salé, en 2011, se agravó el pasado mes de septiembre con la irrupción en la capital, Saná, de los rebeldes chiíes.

Los huthis, que históricamente han reivindicado mayor autonomía para el norte de Yemen, llevaron a Hadi y su Gobierno a dimitir en bloque el pasado mes de enero, evidenciando así la pugna por el control de un país al borde de la guerra civil.

En respuesta, una coalición internacional encabezada por Arabia Saudí inició a finales de marzo bombardeos en Yemen contra posiciones de los rebeldes y las unidades del Ejército leales a Salé que les apoyan. Su objetivo es reinstaurar en el poder a Hadi, que se encuentra exiliado en el país.

Las fuerzas respaldadas por los países del Golfo han expulsado a los huthis y las fuerzas de Salé fuera de la segunda ciudad del país, Adén, recuperado algunas zonas del sur y montado una ofensiva en Marib, en el este de la capital.

Los países del Golfo y Hadi han dicho repetidamente que no confían en que Salé y los huthis apliquen el acuerdo de paz porque creen que han renegado de acuerdos políticos anteriores desde el inicio de la transición en 2012 del régimen de Salé.

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