Actualizado: martes, 15 diciembre 2015 21:23

NUEVA YORK 15 Dic. (Reuters/EP) -

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado este jueves el despliegue de otros 1.100 'cascos azules' en Sudán del Sur, además de la posibilidad de sancionar al país y del uso de drones de vigilancia por parte de la Misión de mantenimiento de paz de la ONU en el país (UNMISS).

El Consejo, formado por 15 miembros, ha extendido el mandato de la Misión hasta el 31 de julio de 2016. Ha adoptado la resolución con 13 votos a favor, y las abstenciones de Rusia y Venezuela, contrarias a desplegar drones de vigilancia y a amenazar con sanciones contra aquellos que atenten contra la paz, la seguridad y la estabilidad en Sudán del Sur.

"Consideramos que el borrador formulado como un ultimátum, en referencia a las sanciones sobre Sudán del Sur, puede ser contraproducente", ha explicado el número dos de la delegación rusa ante la ONU, Petr Iliichev, quien también ha expresado sus dudas sobre la efectividad de usar drones espías.

El representante de Venezuela ante la ONU, Rafael Ramírez, ha expresado preocupaciones similares. En octubre, Rusia y Venezuela también se abstuvieron de una votación sobre el mandato de la UNMISS, por los mismos temores.

La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, ha explicado que las sanciones son una "herramienta de paz" y que el uso de drones por parte de la ONU no debe ser politizado.

"De hecho, nos preguntamos si los países que se abstienen en esta resolución argumentado el uso de drones, también lo harán si tienen batallones de 'cascos azules' en el terreno", ha dicho.

"Debemos a los soldados y a la Policía en el terreno proveerles con estas herramientas que salvan vidas. Ellos han pedido los drones para que estén en menor riesgo", ha recordado Power.

GUERRA CIVIL

Sudán del Sur se encuentra inmersa en una guerra civil desde diciembre de 2013, cuando una disputa entre el presidente, Salva Kiir, y su antiguo vicepresidente, Riek Machar, terminó en una lucha que con tintes de enfrentamientos étnicos entre los dinka de Kiir y los nuer de Machar.

Miles de personas han muerto y millones se han visto obligadas a huir de sus hogares por el conflicto. Unos 12.500 soldados de la ONU protegen a casi 180.000 desplazados en seis campamentos repartidos por todo el país.

Bajo la presión de sus vecinos y con la amenaza de las sanciones de la ONU, Machar y Kiir firmaron un acuerdo de paz en agosto, aunque, desde entonces, ambas partes se han acusado mútuamente de violarlo.

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, afirmó en noviembre ante el Consejo de Seguridad que Sudán del Sur estaba en riesgo de verse atrapado en un ciclo de asesinatos por venganza de gran escala. Ban aconsejó el despliegue de drones de vigilancia. Sin embargo, Kiir se ha opuesto a tal medida.

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